SEAWS XI
South East Asia Wild Spirit
Precursor |
“La mejor manera de recargar las energías del alma es usarlas de lleno en cada momento”
Preciosa la
sensación de superar en días trabajados, que no en dólares generados, a nuestra
única referencia en esto. Canijo y figura, el pequeño de los Moretón estuvo 24
días de temporada alta en esta ciudad, este mismo año que se acaba, distinta
granja, trabajando una media de 11 horas diarias y durmiendo en tienda de
campaña. Ole tú. Él nos recomendó Shepparton, en difuso y sin concretar, pero
convencido.
Después de
todo, nos hemos ganado la confianza de la familia terrateniente india, la
lluvia como gran aliada. Espectacular la recogida del calabacín (2h 30min) de
hace cuatro días, negros nubarrones escondían al sol y no faltaron a su promesa
de agua para todos, diluviando sobre nosotros, primero nos resguardamos bajo el
“shed”, amainó y volvimos, de nuevo gotas, intensas ¡Dale Denny dale, esto lo
acabamos! Le gustó el detalle. Camiseta fuera (el agua anuló el efecto picor de
las hojas) y a gozar de la vivificante situación.
Siguiendo con la confianza, aparte de percibir
los invisibles lazos del cariño profesado por la “matriarca”, otrora hielo, se
aprecia en gestos como dejarnos solos trabajando pese a que cobramos por horas
(con la natural tentación de rascada pagada) o permitirnos utilizar los tractores
y demás maquinaria. Esperando el crecimiento de las nuevas plantaciones, los
albaricoqueros han ido madurando sus frutos y su recogida se cobra a cubas
llenas, en vez de por horas. ¿Cuánto por cuba (bin) Denny? No lo sé, vamos a
recoger, ya os lo diré. Cada día descubrimos parte de su patrimonio, 36
hectáreas (más de 40 campos de fútbol), que ya que lo comentamos van a ir a
parar a su primogénito, mientras que a sus dos hijas les dará una dote cuando
elijan esposo de entre la terna que él seleccione. Y ellas tan contentas, sin
celos ni aspavientos, adiestradas dentro de una encarcelada tradición que
aceptan con una sonrisa, ¿será por ignorancia o por convencimiento?
Tras concatenar
varias medias jornadas a modo de descanso reduciendo con pena el saldo medio
generado, esperábamos ansiosos la llegada del albaricoque para poder hacer
dinero. Si echamos 6 horas hasta la 1 pm y luego llenamos 3 o 4 cubas nos
ponemos en buena media… La cara B de la confianza india salió a la luz en la
negociación del precio del bin. Nosotros sin referencia alguna, nos ofreció un
salario que al llegar a casa comentamos con el vecino. Muy bajo. Suomi volvió a
casa a ver a Inu: *oye, yo nos he dicho nada. Don´t worry. Busqué en internet y
después de varias páginas sin info conseguí la oficial del estado de Victoria,
el nuestro. Joputa el indio negrero, qué desgraciao! Claro, que estamos de ilegales
y no podemos optar a lo máximo pero hay baremos cabronazo! En fin, hemos
decidido que los 20 días de enero los haremos en otra farm, si quieren a 2
granjeros españoles que tras un mes aquí se podrían considerar senior farmers…
Veremos. Esa noche estaba en mi cama con un dolor de dientes al cual todavía no
le encuentro explicación, Inu viendo “21 gramos” sin auriculares y de repente sonaron
tres golpes secos, como disparos, cristales rotos, un coche saliendo de ruedas
y alguien corriendo detrás… Joder me puse alerta (vamos que abrí los ojos),
luces de coche, otro, otro, gritos indios… Inu! Escuchas? *Queeeé? Jajaja que
pibe. Salí del saco ganando movilidad, ¿qué coño pasa? Nuestra puerta de casa
abierta. Más gritos, creo que de Suomi. Y luego calma. Y noche. Y a dormir.
Perezoso, recién despertado, llenando la botella de agua en el depósito vi el
resultado de los ruidos de la noche. Luna delantera, trasera y una ventana del
coche del vecino reventadas. Menuda fiesta.
Ver la foto, decidir cortarme el pelo, todo uno |
Marco Aldany |
De camino a la granja negociamos
con Denny, que nervioso en su escaso arte negociador amenazó con un “ese es el
precio, si no queréis tengo más gente”. Ok. Antes de rechazarlo lo probamos, llenamos
uno tardando más de lo deseado y nos fuimos de allí metiendo cierta presión,
aunque en realidad lo que queríamos era hacer la compra. Y como pasamos de
pagar taxi y la última vez nos hicimos 10 de los 14 km andando, nos dimos un
tiempo. Violento sol cuando un coche blanco nos rebasó en dirección contraria, *Luke
era Joe! Qué pena que no tenga que ir a comprarse unos cigarrillos…diez
minutos después el hombre nos alcanzó. *Venga, que con este sol no se puede
caminar. Qué bueno Joe! *Os he visto chicos, tenía que dejar unas cosas en casa
y como no tengo nada que hacer, os llevo. Gracias hombre, ¿sabes? Hablé de ti
en un blog que tenemos. Bueno qué, ¿tienes planes para estas navidades? *No… me
quedaré en casa con mi mujer, solía ir a Melbourne, una casita en la playa,
está muy bien, me pongo mi música y bebo Jim Bean, el año pasado me bajé 14
botellas en 5 días. Eh… ¿Tú sólo? * Sí! Pero los buenos tiempos se han acabado
por culpa del infarto que me dio, ya sabes… No me extraña que te diese! Pensé.
Gracias por llevarnos Joe. *No worries, lo suelo hacer, aunque no debería
porque llevo 15 años sin carnet de conducir. ¿Nunca te han parado? *Sí, sí, 8
veces a 900 AU$ cada una. Llegamos al Big W. Venga chicos os espero aquí. Qué
personaje. Compramos y allí estaba. No, en el maletero no que lo tengo lleno.
Ok. *Lo que te contaba de las multas, una vez me clavaron 1600 pavos, pagué
parte en dinero y parte en trabajos para la comunidad. Conducía un tren de
niños, pero me echaron porque iba demasiado rápido, sólo hacía lo que los niños
me pedían. No sabía dónde encasillar a Joe, Inu detrás con sus doritos.
Llegamos a casa. Oye Joe, aquí vivimos, pásate cuando quieras a tomar unas
cervezas o lo que quieras. De nuevo Joe nos ahorró 3 horas caminando y se
agradece.
Suomi, Suomi |
El capítulo
vecinal sigue sin resolverse. Por lo visto Parminda, la “mujer” de Suomi, le
dejó aquella noche, el hombre se desquició y reventó su propio coche, ella se
fue supuestamente a su India natal y al día siguiente Suomi caminaba
desnortado, ojos enrojecidos, hablando con el aire. ¿Habíamos tenido algo que
ver? Ayer Parminda volvió, vino la mujer de Denny, que es la hermana de Suomi,
discutieron a gritos mientras Inu me daba otro jaque mate. Al cabrón le entró
la risa floja y yo me caliento cuando pierdo… Apareció Suomi tambaleándose, mala
decisión la de intentar apagar su propio calentón a chorro de whisky y entró en
nuestra casa. Tú! Indio! Qué te pasa. Tenéis que limpiar la casa y cortar las
malas hierbas, buscaba un tono autoritario que le salía forzado y a punto estuvo
de costarle un bofetón. Tráeme la escoba y limpio. La trajo, barrí (hacía
falta) y se la devolví. Tira anda que todavía duermes rojo…
Continuamos en
la fase sucia, necesaria y fea, cansa, aburre, curte y carga; tensando el arco
para soltar la flecha; hemos iniciado la amplia cuenta atrás, tachando hoy
mismo el 30 que lleva hasta el 1, la salida. En símil olímpico que alguien enunció
alguna vez, “las medallas se ganan en los entrenamientos (farm) y se recogen en
los campeonatos (trip).”
En breve, post navideño, hasta entonces suerte
y darle fuerte.
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