SEAWS XIV
South East Asia Wild Spirit
Otra vez nos hemos vuelto a dejar la puerta
abierta. Espero que la ratuna se asustase bastante ayer, tanto como para no
volver. Pero no. A las 2 de la mañana me despertaron ruidos de plástico
crujiendo a cada mordida ratonil. ¿Qué se está comiendo? Fui a la cocina y no aprecié
daños; me senté, navaja en mano, somnoliento y picado, si te pillo te cepillo.
La busqué sin éxito y al poco me volví al colchón. *Lucas -Me desperté
sintiendo que no estaba dormido- Dime Inu –sea la hora que sea siempre que
llamas al otro su voz contesta sin dilación-. *La rata ha vuelto. Ya, la oigo a
la asquerosa. *¿Vamos a echarla? Mejor vamos a matarla. Me calcé las botas y
armé con una hoz en cada mano, cerré la cocina para que no pudiese escapar como
el otro día. Que empiece la carnicería. Ratafa Powell era muy rápida y astuta.
*Luky, se ha comido las galletas. ¿Sí o qué? Tiene buen gusto. 15 minutos de
persecución y se metió bajo la nevera. Esta peli ya la he visto, a ver si conseguimos cambiar
el final y la bigotuda muere en vez de escapar. Inu moviendo la nevera desde la
silla y yo al otro lado esperando partirla. Nada. Que se vaya. Abrí cocina y
calle y aunque tardó en huir, captamos unas graciosas imágenes. Buenas noches.
Ready! |
¿Qué hora es? Las 5.30, venga nen a desayunar.
A Inu le gusta estirar 10 minutos sus despertares… Qué sufrimiento de
albaricocada. Bajo el mechero solar, cobrando por resultado en vez de por
horas, pelando las dos líneas con frutos más verdes de todo el arbolado. Coged
sólo los maduros había dicho el Boss. ¡Colega que aquí hay que seleccionar
demasiado, perdemos excesivo tiempo! Mochila en pecho cual canguro (completa
pesa 30 kilos), inestable escalera, albaricoqueros, guantes y un tractor con
dos grandes cubas detrás. Ir, recoger, descargar, mover tractor. Ir, recoger,
descargar, mover tractor… 8 horas, bastante monótonas y pesadas, partidas por
un descanso de 15 minutos. *Lucas, vente aquí, te bajo esta rama y la pelas.
Vale, pero no la rompas, no… Chasquido seco, Inu, fatigado por el esfuerzo del
día, en el suelo bajo la rama, hombro arañado. *¿Estás bien? Sí tío, pero a 6
cm de quedarme en el sitio contra la esquina del remolque. Cuidadito. Luego
llegó mi momento. Metí marcha atrás pensando en lo contrario y el remolque a menos
de medio metro de sumergirse en el canal
de agua, acto seguido intenté apagar el tractor, no viendo botones ni pedales
para esa función, giré la llave, quedándome la mitad en la mano. Buff, menuda
liada. Busqué al jefe, oye he partido la llave. *No worries, luego lo
arreglamos, no pares el motor y ya está. Por eso ni te preocupes porque no
tengo idea de cómo se apaga. Para completar mi obra, reventé el tope que unía
tractor y remolque, dejando a Inu bailando entre las cubas. El almeriense
rompió una rama y me la dio. Prueba con esto, es duro y flexible. Aunque al
final petó, cumplió su cometido y llegamos al almacén.
Larga ducha de agua fría, cabeza apoyada en la
pared. La presión bucal me hizo creer que iban a estallarme los paletos
inferiores. Me tumbé en la cama, bocabajo, inmóvil. A la hora Inu, que se había
visto el 2º capítulo de la 2ª temporada de Juego de Tronos en V.O., entró en la
estancia; *¿quieres comer algo? Contesté con dos gestos de mano (Índice de lado
a lado, pulgar hacia arriba). No, gracias. No tenía hambre y sabía que masticar
me iba a molestar. Como me molestaba el ruido metálico de los cubiertos, el
posar platos y cacerolas, el cortar alimentos, mientras Inu cocinaba. ¿Has
invitado a los vecinos a comer o qué? ¿Hago tanto ruido cuando cocino? Ahí
tumbado establecí un dialoguillo interior; me hará la comida ¿no? *Pero si le
has dicho que no, ¿qué esperas? Ya pero… * Ya pero nada, eso no es congruente,
no puedes esperar recibir algo que has rechazado y encima enfadarte por ello.
Esa parte de mi tenía razón, la propia expectativa frustrada genera más dolor
que la situación en sí misma. Y uno sólo puede molestarse en caso de que esa
expectativa haya sido creada desde fuera y el responsable de la misma no cumpla
con su parte del trato. Moraleja: Si quieres algo pídelo claramente, que aquí
el que no llora no mama. Después de comer, Inu entró de nuevo;* ¿quieres que
vayamos al médico? Repetí los gestos y tras dos horas de lectura, en una tregua
de dolor, me levanté a zampar.
Felices Fiestas people |
Nuestra nochebuena fue nochemás,
cuestionándonos incluso si todo esto merece la pena. Creemos firmemente que
sí, y la respuesta no tardará en llegar.
Tratamos de no perder de vista el objetivo, subjetivamente lejano. Navidad… ¡NAVIDAD!,
la nuestra, completamente atípica. El 25 de diciembre el solete hizo una mueca
cuando al despuntar del alba, nosotros ya estábamos trabajando en la farm. 10
horas por delante de España, así pudimos conectar con la familia en plena
nochebuena, una vez acabada la yekinada. Lejos de los sabrosones excesos
navideños que gozaría hasta coger 5 kilos en 4 días, hicimos comida nada
ostentosa: pasta con calabacín, el infravalorado huevo frito y cebollita
picada, y unas heinekens, ¡que es navidad! Je. De sobremesa Kevin Spacey con su
American Beauty; la peli me llevó a Sierra Nevada, al viaje que nos pegamos en
primero de carrera 8 ninguno de los cuales ejerce como abogado a día de hoy.
¡No quiero puertas cerradas en mi casa! Descontrol a buen nivel. Acabada la
movie pensamos en echarnos un ajedrez o una siesta a destiempo, pero salimos a correr por la necesidad de sentirnos vivos y soltar carga. Aquí de ocio
barato hay poco que hacer. Tomamos dirección opuesta a la granja, terreno
inexplorado. Casa con cama elástica y mini porterías a la izquierda, más
casoplones, todas protegidas por agresivos perros, salteadas a ambos lados de
la carretera, sólo les falta estar en otra ubicación para ser envidiadas, ¡coño!
caballos, cultivos varios, vacas (siempre se las muge esperando que algo pase, no
sé exactamente el qué, pero sólo nos ganamos su atención unos segundos), fin de
la carretera e inicio de bosque. Nos adentramos hasta llegar a un río. Muy
bonito, sobre todo para venir con la mujer, ya volveremos con colchoneta. De
vuelta, buscando el agotamiento, nos desviamos a la izquierda, camino de
tractores paralelo a un gran canal de agua verdosa. 40 minutos recorridos y un
árbol nos ofreció sus frutos avituallándonos de peras, disfrutando de un cielo
clarísimo con diseño avataresco; sol y luna cara a cara, a la misma altura, en
puntos cardinales opuestos; el caballero de la luz pide la mano a la dama de la
noche y desde una privilegiada posición, nosotros somos testigos de su baile .
Que alegría. Un abrazo fortísimo, animao, mucho animo
ResponderEliminarPues otra vez,!, Que alegría. Un fuerte brazo. Inu !!!
ResponderEliminar