viernes, 25 de enero de 2013

GREAT OCEAN ROAD


SEAWS XX
South East Asia Wild Spirit


Grupos de amigos, moteros, parejas y familias. Es el crowd de la GOR. En nuestro caso no se trataba de un viaje para ir acompañado debido a la idea, compartida, que llevábamos: disfrutar lo máximo con el mínimo gasto. Y eso no lo quiere todo el mundo. Además, sabiendo lo que viene no es que no me importe (a Inu tampoco, él ya hizo algo parecido hace un año en la costa este de Australia en su viaje con Nabil), es que lo prefiero.

Detalle by Inu
Así que recorrimos por la imponente costa sur aussie los 550 km que nos separaban de Port Fairy, en 6 horas de resaca dulcificada con mangos, nectarinas y plátanos, para desde allí comenzar los 3 días de retorno a Melbourne, visitando los spots que ofrecían inspiradoras e impactantes vistas o autóctona vida salvaje. Pese a estar turistizado no está masificado y se agradece la sensación de descubrimiento que la ausencia de gente implica. Después de una vuelta por los lagos de Griffiths Island, ya de noche, buscamos un lugar para dormir. La experiencia de Inu nos llevó a un camping de Warrnambool, a 30 km de PF. Barrera bajada, dejamos el coche enfrente y nos metimos entre caravanas y tiendas de campaña hasta llegar a la vacía sala común-cocina. Federer remontaba con clase a Raonic en la estándar pantalla que colgaba del techo. Inu reconocía el terreno mientras yo escribía. Vino el guarda de seguridad: Qué tal man, cuando vayas a dormir apaga la TV. Ok, no worries. Luky, las duchas están cerradas, pero en la nevera hay cositas, dijo Ina mientras dejaba en la mesa unos sándwiches de jamón york con ensalada. ¡Yepa! A la 1 am movimos nuestra casa hasta el parking de la playa, reclinada de asiento y a sobar con frío, cambiando cada poco de postura. Dentro del saco de dormir la postura seguía sin ser comodísima, pero por lo menos no era encogida. Lo bonito del coche es que quieras o no a las 7 am estás bajo el efecto lupa del sol atravesando la luna delantera y todas las ventanas y pese a arrugar las cejas y torcer el gesto, sabes que tienes un sensacional día por delante. Carrera playera, larga ducha en las instalaciones de la playa, 1 paquete de pan de molde, 300 gramos de jamón, adictivas galletas de chocolate evocadoras de la farm experience y a recorrer una reserva natural antiguo asentamiento de los aborígenes australianos, situada entre cráteres volcánicos inactivos en la actualidad: 

Tower Hill 




Con suerte veíamos canguros y koalas, aunque a los primeros sólo los vimos en los carteles. Los apáticos koalas dormían encaramados en ramas a 20 metros de altura, perezosos. Dejando atrás la reserva vi a un koala despierto, en una rama baja. Animal simpático con unas garras que aumentaban mientras intercambiábamos miradas, no me atreví a tocarle. De ahí seguimos camino hasta llegar a Port Campbell, la joya de la corona de la Great Ocean Road. Casa de los doce apóstoles, formaciones rocosas de 45 metros de altura, que emergen del mar dibujando una tremenda postal en el horizonte. Antes de llegar, flipamos muy cerca del acantilado en Loch & Gorge. Lo tienen bien montado los turoperadores que ofrecen paseos en helicóptero por la zona. ¡Vamos a la playa que me quiero dar un baño! Dijo Inu, motivadísimo con las vistas.       
 Loch & Gorge



Thunder Cave


Los doce apóstoles


Bajamos por los verticales “Gibbon Steps” para sentirnos pequeños ante la magnificencia del paisaje. Revitalizante agua fresca agitada en la orilla, olas que rompían y nos rompían contra la arena. Estábamos en un recodo frente a 2 de los apóstoles y un grupillo de cuatro chavales le pidió a Inu hacerles una foto. En inglés europeo. Uno de los ellos me sonaba de St. Kilda y también de España. Ey, ¿de dónde sois? Pregunté. *Nosotros dos españoles, de Madrid, yo soy italiano. Yo francés. Estáis en St. Kilda ¿no? *Sí. Me suenas de España colega. *Si o qué, a ver vamos a sacar cosas en común.

Habíamos estudiado los dos en la UCM, conocidos en común. Allí estábamos hablando, en corro en una desierta playa del sur de Australia, cuatro licenciados españoles; 3 en derecho y uno en ingeniería industrial. Agradecimos la carencia de oportunidades en España por el impulso desarrollador de otras experiencias, como esta. Nos recomendaron una reserva natural cercana a Apollo Bay, donde habían visto más de cien canguros agrupados y árboles repletos de koalas. ¡Mañana estamos allí! Quedamos para darnos una fiesta en SK y les dejamos jugando al “frisbee”. 

Compartimos atardecer con un holandés añejo, centrado y feliz, hacía tres semanas que se había prejubilado y ahora se dedicaba a viajar con su mujer. El destello de sus ojos denotaba un camino recorrido acorde al que, muchos años atrás, quiso emprender. 

Y desde allí continuamos utilizando el mundo como casa, llegando a las 9.30 pm al “Camp site Shark Apollo Bay”. Dejamos el coche en una parcela desocupada entre dos caravanas. Y de regalo, ducha potente de agua caliente. Gustazo que estiramos durante más de media hora. Nos instalamos en el suelo del baño para parapléjicos, espacioso, con el Pc cargando en el enchufe del secador de manos. No sé si era algo común o los australianos pasan de todo, pero la gente saludaba con normalidad. Nueva noche de coche, esta vez dentro del camping, Inu salió de ruedas a las 8.10 am para evitar pagar y pasar verguenza (a las 8 am abría el camp) y las toallas se quedaron en el baño.
Llamas en vez de kanguros
Desayunamos en una explanada al lado de la playa, cómodos como en el jardín de casa, utilizando la mesa y bancos habilitados para ello. Corrimos descalzos 50 minutos por la orilla, cada zancada liberadora, respirando salado. ¿Veremos canguros? Volvimos al camping como si fuéramos clientes. Ducha, recuperamos las toallas y pregunté por el lugar cuyo nombre no conocíamos pero estaba repleto de vida salvaje. Parecía ser el Great Otway National Park (GONP). Compramos el menú del día, más de lo mismo: bimbo, jamón y fruta. Una hora en el banco para transferir los fondos de la cuenta australiana a la nuestra española. Pero no lo hicimos porque aparte de los 30$ por el servicio, con el cambio de divisas (de AU$ a €) perdíamos 260€ por la cara. Y qué va. Una joven australiana tatuada en ambos brazos y cara de guerrera sustituyó a las dos señoras que no se enteraban cuando les pedíamos opciones. Podéis hacer 3 cosas: sacar todo el dinero e ir con cash en la mochila, transferirlo a vuestra cuenta con el cambio que ofrecemos o bien haceros tarjeta de débito, que cuesta 15$, se expide en el momento y tiene una comisión por retirar dinero de un ATM fuera de Australia de 3.50 AU$ por operación, independientemente de la cuantía de la misma. Ok. Gracias por la info.

De camino al GONP recogimos a un autostopista. Sander, estonio, 21 años, gorro de pitufo en la cabeza, venía haciendo dedo desde Melbourne, su casa más precaria y natural que la nuestra: sólo saco de dormir. Iba a Warracknabeal a trabajar a una granja ya que se le hacía imposible ahorrar en la city. Todos los ciudadanos de países europeos, a excepción de españoles y suizos, pueden obtener la visa de trabajo australiana. ¡Viva España! Con Sander recorrimos el rain forest desembocando en Cape Otway. Poco koala y ningún kanguro, me quedé con las ganas. Le acercamos al chaval 30 km en dirección opuesta a la que íbamos. Suerte, alma fuerte. 
Bells
120 kilómetros después, encogido el corazón tras ver rota la cadena del grupo de moteros por accidente de uno de ellos al empotrarse con un monovolumen familiar cuya conductora lloraba shockeada abrazada por marido e hijos, llegamos a la célebre ola de Bells Beach. El offshore no permitía una formación ordenada y la high tide impedía que abriese bien. Pero la magia del lugar se impregnaba en nuestra piel tanto cómo el aguijón de los tábanos, bombarderos de gemelos. Descansamos hasta el atardecer, cuando llamé al Beachcomber para ver si trabajábamos al día siguiente. A las 4 pm. Perfecto, gracias Mike.

Dormimos en una gasolinera a 60 km de Melbourne tras clavarnos 3 litros de la cerveza más barata de la liquor store y al despertar nos comimos el internacional atasco mañanero de acceso a una gran ciudad. Sin perdernos llegamos a Alpha Car Hire, dejamos el coche, tranvía gratuito hasta el hostal. Mauro se mudó a nuestra habitación y su primo, Guido, también. Comimos los 4 pasta con atún en la cocina del Barkly y a las 12.30 estábamos en el tranvía de nuevo, el corazón golpeando fuerte ya que había llegado el día que hacía tiempo esperábamos. Sumergirnos en el acuario de Melbourne para estar cara a cara con tiburones y otras especies marinas…

martes, 22 de enero de 2013

LOVING AUSTRALIA


SEAWS XIX
South East Asia Wild Spirit
 "Junto con la satisfacción de las necesidades físicas y psicológicas, pocas cosas generan esa misma  elevada sensación de placer como el observar la idéntica correspondencia de tus ideas en el mundo real." 

Buenos días Luki, ¿qué tal has dormido? Respondo con una sarcástica mirada. Inu arranca el coche y busca un supermercado en el que aprovisionarnos. Hambre. El super abre a las 8.30 y son las 7.15 am. Ina, vamos a correr, después del frío de la noche y lo incómodo del asiento necesito soltar. De vuelta al parking de Shipwreck, la playa de  Warrnambool en la que hemos cerrado y abierto los ojos, aunque más veces de las que me hubiera gustado. 4 surfistas en el agua, perros con sus amos, arena y agua, nada más en este inmenso país de baja densidad poblacional. 45 minutos de carrera orillera, baño, ducha y nuevos para empezar a recorrer una de las mágicas rutas del continente australiano: Great Ocean Road…

Molesto por trabajar menos de lo previsto, en vez de resignarme me decidí a hablar con Jim Paraskevas, el dueño del Beachcomber. “Imagino que todos los trabajadores están en la misma situación y quieren trabajar más horas. El tema es que nosotros nos vamos en 11 días y realmente necesitamos el dinero, por tanto, y sin que suene a competencia desleal, estamos dispuestos a trabajar haciendo lo que sea necesario, por 12 AU$ la hora (pagan 15) siempre que echemos más tiempo que hasta ahora.” *Apunta vuestros nombres y teléfono en este papel, veré lo que puedo hacer.

Y claro, siendo el dueño hace lo que quiere y esta semana, que se cuenta de jueves a miércoles, hemos trabajado más que ninguna, eso sí, todo comprimido en 4 intensos días coincidiendo con un solete imponente (dientes muy largos cada vez que se sirve en terraza y se mira alrededor: vóley-playa, motos de agua, grupetos y mucha sonrisa)  y viviendo nuestra primera “Greek night”. Música griega en vivo cortesía de una banda de cuatro, fastuoso banquete y terraza completa, ampliada para la ocasión, sin respiro hasta el espectáculo final. Cómodos en el restaurante tras superar las capas de admisión hasta llegar a ser uno más del crew. Presenciando el gran rondo de baile tradicional heleno, hermanados los clientes, desconocidos entre sí, por su música tradicional patria, pensé en lo que nos han dado los inmigrantes en Australia. En la granja nos contrató una familia india y en la ciudad una griega. Gracias a ellos estamos materializando la nebulosa idea con la que surgió todo esto. Cada vez que me cruzo con Stelios, uno de los camareros, me acuerdo de los 300 espartanos y de cómo su valentía cambió el destino del mundo. ¡Que si no seguramente los europeos seríamos persas! Esta semana ha sido de trabajo, atardeceres, planificación y fiestas en casas. 21 Cumpleaños de Cindy, la novia de Ludo en una noche de domingo que tuvo de todo y 31 cumpleaños de Sebastian, alemán que se ganó mi respeto cuando me contó su historia: entre otros retos, hace 2 años se hizo 900 km de camino de Santiago a pie, 15 kilos a la espalda, sin conocer el idioma. Fiesta en su casa (contigua a la de la comuna argentina compuesta por Clara, Cati, Poli, Delfi, Santi y Mateo) que también sirvió como despedida de Aitor, el catalán a poco de volver a España deja el Beachcomber para iniciar su farm experience en Brisbane, Queensland. Por cierto, ha  nacido el primer hijo de SEAWS y Tito Hervito deja nuestra querida y decadente España para calzarse el cartel de granjero. ¡Bienvenido!

Planificando un poco, ya tenemos fecha de salida de Indonesia. El 10 de Marzo volaremos de Surabaya (Java, Indonesia) a Bangkok (Tailandia) en un billete que por 60€ tuvimos que comprar. Como preocupaciones del trip, tres:

WARNING
1) Ampliación de los 30 días de visado indonesio a los 45 que vamos a estar en ese país.
2) Llegar de Flores a Sulawesi  (ambas islas de indonesia), ¿avión?, ¿barco?
3) Obtención del visado vietnamita, ya que no hay posibilidad de obtenerlo en la frontera terrestre.

Entonces, a día de hoy, 4 son los vuelos que tenemos contratados: Melbourne-Bali el 28/1/13. Makassar-Surabaya el 9/3/13. Surabaya-Bangkok el 10/3/13. Singapur-Madrid el 20/5/13.
A tan sólo seis días de finalizar la Fase 1-Generar liquidez, pensamos que la misma ha sido un éxito rotundo. En la granja el ahorro y sufrimiento era mayor (ambas coordenadas implican un superior goce posterior), mientras que la experiencia ciega de buscar y encontrar trabajo en la ciudad, ha supuesto el acceso a un obviado, por desconocido, mar de posibilidades vitales, ampliando el horizonte de una manera inconmensurable.

¿Que qué hacemos en la Ocean Road (GOR)? Bueno, teníamos pagado el hostel hasta este jueves (24), nos vamos el lunes que viene (28) y nos dieron 3 días libres en el restaurante. Mi cabeza lo procesó mientras dormía y me desperté con la idea clara. Movemos los días del hostel para que lleguen hasta el domingo, nos alquilamos un coche-casa barato y nos vamos a ver que ofrece la Ocean de la que todos hablan. Se pudo hacer todo, con la única putada económica del seguro del coche. 114$ por tres días. Es fácil, si lo pagas cualquier incidente con el coche (excepto golpes con canguros o inundación) lo cubre el seguro al 100%. Si no, tanto un siniestro como un simple arañazo son 3.300$, sin distinción. Pocas dudas (lo compramos) y el recuerdo de como reventamos el coche que alquilé en Fuerteventura hace 6 años después de sufrir el mismo truco por parte de las rent-a-car. 10 minutos después de salir del parking con el nissan tiida ¡pam! Galleta contra una furgo. Excusas baratas la de se conduce sentado en la derecha, por la izquierda, el tráfico de Melbourne y la resaca que llevaba después de dormir 3 horas. Choqué a lo inútil contra un capullo. Su furgo no tenía nada (golpeé el saliente parachoques trasero) y apuntó mis datos y los del coche. Inu, indignado con el hombre: oye, no tienes ningún daño. *No lo sé, no soy mecánico. ¿? No entré a discutir porque vi que era un australiano cuadriculado, venga papeles y ciaito. Y así, tras unos 25 km de error, conseguimos embocar la GOR… Una pena que Mauro tenga que trabajar y no se pueda unir al viaje. Delfina y Santi en principio se venían con nosotros pero después de la noche que nos dimos el domingo no amanecieron a tiempo… Llamaron cuando llevábamos 400km recorridos.

Si haces algo, pon todo tu ser en ello, da tu 100%. Si no, ni lo intentes.

lunes, 14 de enero de 2013

PAIN IS JUST A SKIN YOU CAN SHED


SEAWS XVIII
South East Asia Wild Spirit

"La niña lloraba porque no tenía zapatos hasta que vio a otra que no tenía pies"   
MELBOURNE visto desde Port Phillip

Cada casita cuesta 500.000 AU$.
Mateo y Clara
 Trabajando menos horas de las que nos gustaría, esquivando el despido en más situaciones de las que pensábamos, pequeña y constante angustia interior, más molestia que dolor, consecuencia de la incertidumbre diaria que empaña la serenidad del triunfo absoluto que en perspectiva estamos consiguiendo. ¿Tendremos trabajo mañana? No lo sé. Nos adelantan los próximos dos días, no más. “Mientras brille el sol tendréis trabajo”. Pero aquí lo único que hay seguro cada día es viento. Con sol se transforma en una agradable brisa animadora de las terrazas del paseo y sin él en un frío soplido disuasorio de las mismas. El tiempo, nuestro verdadero jefe, es inestable y cambiante aquí, más primaveral que veraniego. A 15 días de Indonesia, nuestro objetivo económico actual, siendo generar el máximo posible, pasa por ahorrar por encima de los gastos que tenemos, que se han multiplicado en la city. Baste la comparación del precio semanal pagado por la casa: 12.5 AU$ en Shepparton frente a 203 AU$ en St. Kilda. Después de dos días buscando, llamando y viendo casas, decidimos quedarnos en el hostel, nuestra habitación, de diez personas, estaba completa y nos colocaron en una de seis, con la suerte de que estaba dividida en dos salas, una para cuatro y la otra de dos. Llegamos los primeros y nos quedamos con esa última. Qué sensación más fea era no tener tu lugar para estar tranquilo, susurrando en la habita porque siempre alguien dormía. Si nos diesen más horas de trabajo sería una etapa perfecta. El crew del restaurante es cojonudo y estamos haciendo vida más allá de las horas en el garito. Aitor, el catalán rapero que lleva 8 meses en Melbourne, nos aconseja y cuenta los trucos para beber zumos y batidos lejos del radar de los que mandan, Ludo, el francés que ha venido con su novia para hacer dinero y luego viajar la costa este nos presentó a Delfina, una bella argentina que resultó compartir piso con Clara y Cati, las otras dos argentinas que trabajan con nosotros y con las que pasamos, junto a Mateo, un gracioso día en la playa de North Brighton. George, el alemán que quiere ser piloto, Madi & Madi, dos holandesas felices de la vida, Shasha, la dulce australiana… En nuestro Hostel habitan las compis inglesas Lydia y Charlotte, simpáticas y fiesteras.  

Chilling MEL. Mauro e Inu

También en el Barkly vive Mauro, otro argentino, de Córdoba, lleva dos temporadas de verano de camarero en hotelazo en Mallorca, nos vacila con el acento español, es un figura, con él hemos hecho núcleo duro por afinidad. Es Tradición quedarse en la terraza después de cerrar el restaurante, a media noche, con unas pintas cortesía de la casa, intercambiando risas con el mundial de nacionalidades del local. 


Central Market, thursday.
Cada jueves a partir de las 7 pm se lía fiesta fuerte en una amplia explanada de césped frente a la playa, batucada de 18 timbales, cariocas y palos de fuego, ganas. Desinhibición amplificada por hallarse la gente de paso, no faltan las cerves ni las caras guapas. Caímos Inu y yo, nos juntamos con Mauro, se unieron Dino, Aitor, Gabri, Lis y acabamos sin acabar. Tras dos días libres, el viernes tiramos de picaresca y fuimos a las 10 am al restaurante, a trabajar. Nuestras fichas no estaban en su sitio y nos temimos los peor. Nada que ver, cada viernes hay que abrir nueva ficha, no lo sabíamos y quedó en un susto. ¿Quién os ha dicho que trabajáis hoy? La pregunta venía de Cris, uno de los tres managers. Fue Mike (otro de ellos), llamé antes de ayer y creo que me dijo que el viernes a las 10 am, aunque quizá me dijo que llamase… Respondí. *Es que no estáis en la lista de hoy. Y entonces que hacemos, ¿nos vamos? Preguntó Inu. *A donde vais a ir, quedaros. Cris nos contrató y le caemos bien, aunque manda menos que los otros dos. Echamos 10 horas hasta que Bony, el tercero de los amos, un gordito acomplejado al que me molesta hacerle la pelota, nos mandó a casa. No nos lo hemos ganado todavía y dudo que lo hagamos. Todos los viernes se monta fiesta griega en el restaurante hasta las 4 am. Era un día para haber trabajado 15 horas. Pero bueno, para habernos presentado por la cara, 10 horitas no están mal. Como decía al principio, hemos superado un par de conatos de despido. El cheff es un griego excéntrico, falto de tacto con los trabajadores y nos montó un pollo delante de los jefes: ¡Donde está el pan que he pedido! (George lo estaba cortando fuera del campo de visión del Cheff) ¡Si digo algo lo quiero YA y el que no se mueva cuando digo algo a la puta calle! Acto seguido Cris me pidió la cena -lo interpreté como la última- pero que va. “Tranquilo Lucas, es la tensión del momento.” A Inu dos de los jefecillos le tienen cruzado, está en el punto de mira y antes de ayer le cazó uno de los dueños café en mano. ¿¡Qué estás haciendo!? *Nada, tomando un café un segundo. ¡Cómo que nada! Soy tu jefe y merezco una explicación. Un buen marrón del dueño griego con cara de pitbull. Inu preocupado pero quedó en el momento. Gracias que hay otros que la cagan a lo grande y eso tapa nuestras cosillas. El otro día iba con un plato de ostras, terraza llena, cada viaje un examen de otro de los dueños, Jim “El bigotes” que estaba sentado disfrutando de su chocolate caliente… El bóxer gimió y ladró cuando le pisé la pata, los focos me apuntaron, me di la vuelta y acaricié al perro al que no había visto, alcé los ojos y me encontré con los de Jim, inescrutables, serio el hombre. Se me acercó un camarero. *Te tienes que lavar las manos. No jodas, ¿en serio? Ya lo sé capullo. Luego supe que mi reacción fue valorada positivamente por el staff.

Seguimos en la cara oscura de viajar. Imposible disfrutar al 100% de Australia por lo prohibitivo de sus precios, una San Miguel de litro sale a 10 AU$, un cocktail de trago 18.50 AU$, un donut de azúcar 3.50 AU$, para los fumadores, 23 AU$ 20 gramos del peor tabaco. Tentación de terrazas, conciertos, el Open de Australia que empezó hoy. Cabeza fría, media hora de goce aquí supone dos días en Asia. Así que cocinábamos cada día hasta que nos dijeron que cualquier ítem del Juice bar anexo al restaurante en el que trabajamos sale a 2 AU$ para los trabajadores, para nosotros. Sandwich, bocadillos y wraps, fríos o calientes y un zumo/batido de lo que sea por 4 AU$, en vez de por 16. Desayunamos incluido en el precio del hostel, una comida nos la pagan en el restaurante, con su media horita. El tranvía ya no lo pagamos, a riesgo de recibir multa de 200AU$. Después de dos costosas fiestas ahora salimos a pintas de agua, hielo y rodaja de limón, el gintonic de los pobres. Pero hay que salir. La cara buena de esta experiencia en St. Kilda es haber llegado sin conocer nada ni a nadie, a otro país y continente, con otra lengua madre, haber encontrado trabajo y gente interesante. Buenos consejos para el SEA. Extender nuestra zona de confort a otro lugar, al hecho de viajar. Generalmente reducida a nuestro barrio, ciudad y lugar de veraneo, lugares en los que estar no implica esfuerzo ya que tu nombre viene acompañado de la visión que la gente tiene de ti. Dejas de ser tú para ser la visión que tienen de ti. Aquí eres realmente lo que has aprendido en tus años de vida. No eres Lucas o Inu. Más correctamente, eres Lucas o Inu en estado puro, en este preciso momento, sin la cómoda estela que nos acompaña y mediatiza. Otro idioma, otro ritmo de vida, otro reto. Lo que decimos es lo que nos gustaría ser pero lo que hacemos es lo que somos. Al final, la pureza está en la mezcla, y cuantos más ingredientes/conocimientos tengas para mezclar, más puro saldrá el producto resultante. 

St. Kilda Harbour



lunes, 7 de enero de 2013

ST. KILDA


SEAWS XVII
South East Asia Wild Spirit

1 tram = 25 rinos
Bus, tren y salimos de la estación en el ambiente de una ciudad cosmopolita, moderna y funcional. Melbourne. Me sentía en mi elemento. Preguntando llegamos al tranvía; el maquinista, un facilitador, nos acercó gratis a un seven eleven donde compramos el Wiky pass, tarjeta recargable para moverse en transporte público por aquí. Había un hostel puerta con puerta con el 7/11 y entramos a preguntar por trabajo. La chica nos lo dejó claro: “Necesitáis cada uno 30 AU$ y un número de teléfono australiano para apuntaros en la lista de espera, ahora está el tema un poco tranquilo pero en dos/tres semanas debería salir algo, aquí nos llegan ofertas para trabajar de jardinero, transportista, carga y descarga…” Gracias. No encajamos en el perfil, en tres días tenemos que encontrar curro o volver a la farm. El proyecto SEAWS -viaje autofinanciado con el propio trip- necesita estirar su fase 1 -generar liquidez-. Cogimos otro tram destino el barrio de St. Kilda, zona de playa urbana donde teníamos el Hostel. Preguntando y caminando, dejando atrás todos los hostels que había visto en la web antes de llegar al nuestro. Bonitos los azules ojos de la recepcionista, se notaba que repetía el proceso de bienvenida decenas de veces al día. Sábanas, sobre marrón con un mapa, pulsera descuento e info del lugar, llave/tarjeta en su interior. Cocina en el primer piso, sala de estar en segundo, discoteca en el rooftop. Viernes noche, hoy, fiesta Backpackers, bastante famosilla por aquí. Habitación con 10 camas, baño sorprendente por lo cool, viajeros internacionales, inconfundible ambiente bakpaka, perfecto para desquitarnos del aislamiento granjunal. Va-mos-a-la-pla-ya. YA. 

Sunset with Penguins
St. Kilda 
Late Kitesurfing 
Pocos niños, pocos abuelos. Barriada moderna, bohemia y con restos del pasado yonki y putero de la zona marcado a fuego en la cara de los abundantes entes demacrados que caminan ensimismados. El paseo de madera bordeando la playa, mar calmo por hallarse en una bahía, ambientazo con el sol de Dj. Corriendo por arena y agua hasta cubrirme por completo con el manto salado, efecto ictioterapia sin necesidad de peces, purificando cuerpo y energía. Temperatura soñada. Sueños… Sueño con conseguir trabajo aquí mientras me sumerjo hasta que noto que me falta el aire y una vez ahí, aguanto un poco más. Parejas dándose amor, grupos jugando al vóley, rugby y fútbol, con los últimos nos dimos unos toques, su balón rojo y amarillo, serigrafiado Spain en varios paneles. A las 2 horas estábamos preguntando por trabajo en varios restaurantes y bares de la playa. *¿Tenéis el CV? No… Traedlo luego o mañana para chequear vuestra experiencia en hostelería y os llamaremos. Tras 4 respuestas similares dejamos de buscar. Os llamaremos. Ya. Verás, hemos estado 40 días en una granja y nos interesa no volver allí, necesitamos dinero sí o sí y la única visa que tenemos es la tarjeta de crédito, además necesitamos empezar a trabajar ASAP y compromiso de que nos queréis hasta el 28 de enero. No se puede decir eso si pretendes encontrar curro. 

Luna Park, St. Kilda
En fin, compramos en el coles y cocinamos en el hostel. Nos tiramos a echar la siesta en la habita, intranquilo, a los 10 minutos me fui dejando a Inu recuperando sensaciones. Vodafone cerrado, no pude recargar la tarjeta, pero ya sabemos dónde está. Aparecí en Fitz St., calle de bares, garitos y restaurantes que desemboca a en la carretera que separa la playa de la ciudad. Me tranquilizó ver tantos locales. No tengo el CV, pero ya sabemos dónde están. En la room Inu comentaba con Max, un sueco recién llegado de Vietnam, y con Brandon, londinense gracioso que no volvimos a ver nunca más. Ahora sí, me tiré a sobar. Y esa noche fiesta, festival. Cenamos en un fish & chips regentado por bangladeses. Inu masticaba y me señaló un punto con la cabeza. Menuda paliza se comió un chaval, le calentaron entre 5 y en 10 segundos yacía inmóvil en el suelo. Se incorporó y cayó de espaldas, ensangrentado. Los porteros del garito lo dejaron sentado en una calle secundaria. Cuando terminamos de cenar no estaba allí. Enfiestada grande en el rooftop, copas gratis gracias al palamós trick, risas, bailes y miradas, se supone que no se pueden quedar “guest” en la habita.


Melbourne CBD
Yarra River, Melbourne
Despertar abriendo poco a poco un ojo engañando a la resaca, no hizo ni falta. Venga Ina, a funcionar. Hoy es uno de los días más importantes del viaje. Desayuno incluido, escribí “barman resume” en google y me bajé dos modelos de curriculum vitae a los que cambié el nombre e introduje nuestra experiencia, adornada pero esencialmente verdadera. Ropa sucia al Laundry Mat cerca del hostel, Vodafone mientras daba vueltas en una enorme lavadora. Secadora. Ropa limpia. Teléfono australiano. Imprimimos 25 copias de cada CV y empezamos la búsqueda. Estamos completos. Prueba en el siguiente. Dejad una copia y si encaja en lo que queremos os llamaremos. Probad en gumtree.com. En 2 semanas se va un camarero, deja el CV. ¿Tenéis working visa?... 13 No. Nada. Da igual, a J.K. Rowling (autora de la saga Harry Potter) la rechazaron en 11 editoras antes de que una aceptase su libro y ahora tiene más dinero que la Reina de Inglaterra. Seguimos. No. En Floripa (Brasil) nos tiraron de 8 bares antes de contratarnos. Luky da igual, volvemos a la granja y punto, aguantamos 20 días y cogemos Bali con ganas. *Si no sale nada claro que nos volvemos con los indios, pero vamos a intentarlo hoy, esto sería otra cosa.
Federation Square
Restaurante a pie de playa. Al llegar, parecía que nos estaban esperando. Dimos la mano al dueño y el hijo, un beatle de 30 años nos hizo sentarnos. Entrevista. ¿Tenéis experiencia? Madrid, Barcelona, ¡Brasil! ¿Buenas mujeres por allí?, preguntó. *De las mejores, siempre digo que si te consideras un conquistador tienes que testarte en Florianópolis. Se rio. ¿Cuánto tiempo vais a estar aquí? *El 28/enero nos vamos. Ahora hablaba para sí mientras revolvía papeles… Perfect. ¿Mañana a las 2 pm os viene bien? Nos viene de puta madre.

Camiseta naranja, 50 camareros de unas 15 nacionalidades diferentes, 250 mesas. Playa. En un rato vamos a por el tercer día de trabajo. 

 
Si quieres, puedes. 

jueves, 3 de enero de 2013

KEEP THE FAITH


SEAWS  XVI
South East Asisa Wild Spirit

Nos hemos creado una realidad paralela. Esa en la que cada día es lunes y echar “sólo” 9 horas al día te hace sentir un vago. La importancia familiar de estas fechas navideñas nos ha tocado directamente influyendo más de lo esperado. Inu se derrumbó en nochevieja, no veía salida a la farm experience y desde ahí cada minuto está siendo sacrificio. El día 1, enrrutinados cómo íbamos, a las 6.15 desayunábamos en la cocina, sin risas mañaneras, sepultadas bajo el silencio desmotivado. Las felices fotos de Facebook de amigos y familia magnificaron nuestra mierda, por comparación. El claxon de Denny marcaba el inicio en el primero de 2013. Salí al rellano, “5 minutos y estamos Denny”, *No, hoy no hay yekinada, recoged albaricoques. Ok. Pensar que tuve un subidón porque el indio me dijo que no había recogida del calabacín en año nuevo… Inu apenas alteró su expresión ausente al enterarse. Vacíos y rotos, tirados por casa hasta las 5 pm, pasando de la albaricocada, primer día de descanso de los últimos 38. Comentándolo al aire libre en la puerta de casa, intentado animar a Inu sin encontrar nuevos alicientes más allá de los ya señalados, que por repetición pierden eficacia y ganan riesgo de aborrecimiento, apareció Denny de nuevo. *Venga, ahora sí vamos a recoger calabacines. Yo no tenía ganas e Inu se negó. Joder es puto 1 de enero. Y el pavo, después de tres negativas, se enfadó, nos despidió, se retractó y nos dijo que se acabó para nosotros el tema calabacín, que contrataría a otros que no necesitasen descansar. Con la palabra en nuestra boca, aceleró su coche esfumándose sin hacernos caso. Fuck. Nos debe más de 2.500 AU$, estamos sin contrato y el desgraciado se ha calentado. Caminando, llegamos al río que descubrimos en la última carrera. Allí nos sentamos a conjurarnos cara a lo que viene. Inu, noto que estás harto y bajo de ganas, te pido que confíes en mí 3 días, si la situación no mejora escogemos otra opción. Creo que el problema es que piensas que ya hemos cumplido misión, que ya hemos generado dinero para el SEA, estás saciado y ya no consideras necesario estar aquí, por lo tanto cada día se convierte en sufrimiento en vez de en reto, y tienes razón, pero aún nos falta pagarnos el billete y los gastos que tuvimos al inicio. Mira, reparamos la bici que está destrozada en la puerta de casa de los vecinos y los indios nos dejan la que tienen, con eso ya tenemos para movernos. Inu me miraba pero no me veía, me oía sin escuchar y asentía sin confiar. Y yo notaba que se estaba ahogando. Colega, sabes lo bonito de esto, que es muy fácil salir de aquí. No te estás ahogando a profundidad, es un curro por horas sin obligación de permanencia, sólo te pido aguantar un día más, en 22 estamos fuera. Si no podemos más, nos vamos. Dinero, tren y ciao. Si nos fuéramos ahora y tú alcanzases tu 100% pero nos faltase dinero para seguir, inconscientemente te lo tendría en cuenta, no estaría cómodo pensando que podríamos haber aguantado más. Creo que podemos hacerlo. *Yo también, a ver qué tal mañana.

Sin compra, sin leche, sin pan, untando mantequilla en mortadela y con cereales a palo seco. Mala forma de encarar una jornada, alertada por una ola de calor, recogiendo albaricoques. Una sucesión de contratiempos siguió al precario desayuno. La dirección del tractor, fría, me llevó a empotrarme de frente contra un peral; al llegar a nuestra zona de “fruit picking” nos faltaban las mochilas canguro y tuvimos que ir al Shed y volver (30 minutos) con el frescor matinal penetrando por los poros de nuestra desalentada anatomía; llegamos con una mochila, ¿y la otra? Había caído de camino. Joooder. El tractor se caló tres veces sin motivo aparente. Nada de eso nos detuvo. Me cabreó bastante el hecho de tener la misma música en el ipod después de haber sincronizado otra. Tuve un intenso y corto bajón tras tres horas de pesada tarea. Me descubrí tirando frutas de un árbol, difuso el destino posterior, incertidumbre creciente; di salida a un grito atravesado en mi garganta, profundo, eterno, desatascador. Nadie a quien molestar alrededor. Sin previo aviso, alguna lágrima emprendió el camino de ojo a barbilla. Inu secundó mis gritos y allí estábamos los 2, relamiéndonos las heridas jurando venganza al enemigo invisible. Nosotros elegimos nuestro destino. Llenamos 8 cubas  en 10 horas y luego, al llegar a la granja con el cargamento, tiramos una hora más colocando mangueras para el regadío, claro que la energía que nos movió desde las 4 pm era otra. En la soledad del crudo campo, consulté con mi doctor interior.

Diagnóstico: TMSR - Trallada mental severa reversible.
Recomendación Terapeútica: Desenfreno en Melbourne.
¿Adrenalina? La que podáis.

Ina, ¿y si nos vamos mañana a Melbourne? Buscamos algo que hacer allí, si en seis días no tenemos nada, prométeme que volvemos. La cara que puso enunció un nuevo principio: “El orden de los factores sí altera el producto”. Volvió el Inu de siempre, el que conocí 13 años atrás, con ganas y coraje. *Luki conseguimos curro seguro, estuve el año pasado en Sidney y en todos los backpackers ponen ofertas de trabajo a diario, unas amigas ganaban 20 AU$/hora pegando imanes publicitarios por calle, está todo bien pagado, lo único es que te gastas más que aquí. Y si no sale, que va a salir, volvemos aquí 18 días y listo. Pero necesito coger aire.
Se lo comentamos a la indian family: Verás Lucky, 3 amigos nuestros vienen a visitarnos a Melbourne, llegan el viernes y nosotros mañana estaremos allí, el lunes volvemos. *¿Por qué no os vais el viernes? Mañana tenemos mucho trabajo. No man, mañana nos vamos. *Ok, os vais por la tarde y trabajáis por la mañana. Lucky, si es necesario lo hacemos, pero nos queremos ir a primera hora así que si tenéis más gente podéis llamarles a ellos. 

Cuando das por cerrada una etapa cuesta aguantarla, estirar relaciones pasadas, ya sean personales o profesionales, sólo genera dolor y repulsión. Denny irrumpió en nuestra casa después de cenar, relajados estábamos, Inu en el improvisado sofá (tres colchones superpuestos y 4 cojines), con un buen reparto sonando para los farmers.*¿Os vais mañana a Melbourne? Bueno, primero recogéis los albaricoques maduros de las ramas altas, cuando volváis del viaje os pago, mientras tanto, tirad del primer cheque que os di. Los tres con la tensa sonrisa que acompaña a las negociaciones. Mejor nos pagas ahora, dije. *¿Y si no volvéis?  -te jodes- Vamos a dejar aquí varias cosas (de las que prescindimos el resto del trip), el lunes estaremos de vuelta. *Bueno primero recogéis 4 o 5 cubas y cuando las llevéis al shed, os doy el cheque. Bueno.

*Lucas yo cogía la mochila y me iba a primera hora. Y yo, pero no conviene acabar mal con esta gente; nos contrataron cuando no teníamos nada y gracias a ellos nos llevamos más de 4.000 pavos. Es más, creo que es mejor trabajar de mañana e irnos a Melbourne el viernes. *Me gusta, más tiempo para preparar Mel y nos ahorramos una noche. Yiiiija.



Desayunando, el Boss ha vuelto a irrumpir en la casa, sin llamar, sin avisar. Más seco que últimamente, marcando distancias. *Hasta que no recojáis las 7 hileras de árboles no os doy el cheque. Y otra cosa, por la casa os voy a cobrar 100 AU$/mes a cada uno, no 50, a la gente le solemos cobrar 60$ a la semana. Y ahí he explotado, un cambio de actitud instantáneo similar a los que sufría Gravesen, flamante guardaespaldas de Zidane en el Madrid de los galácticos. Me he levantado alzando la voz sin gritar, señalándole al pecho: Denny, el trabajo que nos tienes que pagar ya está hecho, esa condición no tiene sentido; sobre la casa dijiste 50$/mes y estreché tu mano, eres un hombre sin palabra, te vamos a pagar lo que pidas (20 dólares la semana sigue siendo un regalo), pero confiaba en tu honestidad, si me dices 100, pues 100, 200, pues 200, pero cambiarlo unilateralmente al final no es propio de una persona confiable. *Sigue siendo barato para vosotros, me da igual, o recogéis albaricoques o no hay cheque.

2º cheque...
Inu y yo resignados recogiendo coques, quemados, subidos a una escalera pillando sólo los frutos más altos. Las amenazas tienen un efecto contrario en mí y con menos de media cuba rellenada hemos vuelto a la granja. Fin. Interpretación de una obra de teatro en la cual me caía de la escalera y pasaba de seguir recogiendo, sólo ha faltado el cierre del telón. Y esos albaricoques que ves ahí, para ti. No nos pagues por ello, cortesía de Inu & Lucas. Por tercera vez nos ha echado de su farm, el hijo apaciguando los calentones del viejo. El chaval, después de comer, nos ha acercado a Shepparton y allí hemos pasado la tarde de cervezada y tramiteo. Nos hemos encontrado a Joe en la estación de tren y a la negativa taxista que nos trajo hace 40 días cerca del McDonalds. Aparte de la familia india, nuestra gente de aquí. Ya tenemos cuenta en el Commonwealth (el mayor banco del país), gumtree.com para encontrar algún trabajo esporádico de lo que sea en la city, booking.com para reservar el hostel, tren y 4 cojones.

Sólo ida
Taxi waiting
Verano puro en Melbourne, hemos generado un colchoncillo económico que nos permite dejar de ganar para intentar encontrar trabajo allí. Si no sale nada, habremos renovado nuestra energía y volveremos al fatigoso campo australiano. De todas formas, espero que el hasta luego a Shepparton se convierta en un adiós. Y si sale… Empieza el movimiento.