lunes, 14 de enero de 2013

PAIN IS JUST A SKIN YOU CAN SHED


SEAWS XVIII
South East Asia Wild Spirit

"La niña lloraba porque no tenía zapatos hasta que vio a otra que no tenía pies"   
MELBOURNE visto desde Port Phillip

Cada casita cuesta 500.000 AU$.
Mateo y Clara
 Trabajando menos horas de las que nos gustaría, esquivando el despido en más situaciones de las que pensábamos, pequeña y constante angustia interior, más molestia que dolor, consecuencia de la incertidumbre diaria que empaña la serenidad del triunfo absoluto que en perspectiva estamos consiguiendo. ¿Tendremos trabajo mañana? No lo sé. Nos adelantan los próximos dos días, no más. “Mientras brille el sol tendréis trabajo”. Pero aquí lo único que hay seguro cada día es viento. Con sol se transforma en una agradable brisa animadora de las terrazas del paseo y sin él en un frío soplido disuasorio de las mismas. El tiempo, nuestro verdadero jefe, es inestable y cambiante aquí, más primaveral que veraniego. A 15 días de Indonesia, nuestro objetivo económico actual, siendo generar el máximo posible, pasa por ahorrar por encima de los gastos que tenemos, que se han multiplicado en la city. Baste la comparación del precio semanal pagado por la casa: 12.5 AU$ en Shepparton frente a 203 AU$ en St. Kilda. Después de dos días buscando, llamando y viendo casas, decidimos quedarnos en el hostel, nuestra habitación, de diez personas, estaba completa y nos colocaron en una de seis, con la suerte de que estaba dividida en dos salas, una para cuatro y la otra de dos. Llegamos los primeros y nos quedamos con esa última. Qué sensación más fea era no tener tu lugar para estar tranquilo, susurrando en la habita porque siempre alguien dormía. Si nos diesen más horas de trabajo sería una etapa perfecta. El crew del restaurante es cojonudo y estamos haciendo vida más allá de las horas en el garito. Aitor, el catalán rapero que lleva 8 meses en Melbourne, nos aconseja y cuenta los trucos para beber zumos y batidos lejos del radar de los que mandan, Ludo, el francés que ha venido con su novia para hacer dinero y luego viajar la costa este nos presentó a Delfina, una bella argentina que resultó compartir piso con Clara y Cati, las otras dos argentinas que trabajan con nosotros y con las que pasamos, junto a Mateo, un gracioso día en la playa de North Brighton. George, el alemán que quiere ser piloto, Madi & Madi, dos holandesas felices de la vida, Shasha, la dulce australiana… En nuestro Hostel habitan las compis inglesas Lydia y Charlotte, simpáticas y fiesteras.  

Chilling MEL. Mauro e Inu

También en el Barkly vive Mauro, otro argentino, de Córdoba, lleva dos temporadas de verano de camarero en hotelazo en Mallorca, nos vacila con el acento español, es un figura, con él hemos hecho núcleo duro por afinidad. Es Tradición quedarse en la terraza después de cerrar el restaurante, a media noche, con unas pintas cortesía de la casa, intercambiando risas con el mundial de nacionalidades del local. 


Central Market, thursday.
Cada jueves a partir de las 7 pm se lía fiesta fuerte en una amplia explanada de césped frente a la playa, batucada de 18 timbales, cariocas y palos de fuego, ganas. Desinhibición amplificada por hallarse la gente de paso, no faltan las cerves ni las caras guapas. Caímos Inu y yo, nos juntamos con Mauro, se unieron Dino, Aitor, Gabri, Lis y acabamos sin acabar. Tras dos días libres, el viernes tiramos de picaresca y fuimos a las 10 am al restaurante, a trabajar. Nuestras fichas no estaban en su sitio y nos temimos los peor. Nada que ver, cada viernes hay que abrir nueva ficha, no lo sabíamos y quedó en un susto. ¿Quién os ha dicho que trabajáis hoy? La pregunta venía de Cris, uno de los tres managers. Fue Mike (otro de ellos), llamé antes de ayer y creo que me dijo que el viernes a las 10 am, aunque quizá me dijo que llamase… Respondí. *Es que no estáis en la lista de hoy. Y entonces que hacemos, ¿nos vamos? Preguntó Inu. *A donde vais a ir, quedaros. Cris nos contrató y le caemos bien, aunque manda menos que los otros dos. Echamos 10 horas hasta que Bony, el tercero de los amos, un gordito acomplejado al que me molesta hacerle la pelota, nos mandó a casa. No nos lo hemos ganado todavía y dudo que lo hagamos. Todos los viernes se monta fiesta griega en el restaurante hasta las 4 am. Era un día para haber trabajado 15 horas. Pero bueno, para habernos presentado por la cara, 10 horitas no están mal. Como decía al principio, hemos superado un par de conatos de despido. El cheff es un griego excéntrico, falto de tacto con los trabajadores y nos montó un pollo delante de los jefes: ¡Donde está el pan que he pedido! (George lo estaba cortando fuera del campo de visión del Cheff) ¡Si digo algo lo quiero YA y el que no se mueva cuando digo algo a la puta calle! Acto seguido Cris me pidió la cena -lo interpreté como la última- pero que va. “Tranquilo Lucas, es la tensión del momento.” A Inu dos de los jefecillos le tienen cruzado, está en el punto de mira y antes de ayer le cazó uno de los dueños café en mano. ¿¡Qué estás haciendo!? *Nada, tomando un café un segundo. ¡Cómo que nada! Soy tu jefe y merezco una explicación. Un buen marrón del dueño griego con cara de pitbull. Inu preocupado pero quedó en el momento. Gracias que hay otros que la cagan a lo grande y eso tapa nuestras cosillas. El otro día iba con un plato de ostras, terraza llena, cada viaje un examen de otro de los dueños, Jim “El bigotes” que estaba sentado disfrutando de su chocolate caliente… El bóxer gimió y ladró cuando le pisé la pata, los focos me apuntaron, me di la vuelta y acaricié al perro al que no había visto, alcé los ojos y me encontré con los de Jim, inescrutables, serio el hombre. Se me acercó un camarero. *Te tienes que lavar las manos. No jodas, ¿en serio? Ya lo sé capullo. Luego supe que mi reacción fue valorada positivamente por el staff.

Seguimos en la cara oscura de viajar. Imposible disfrutar al 100% de Australia por lo prohibitivo de sus precios, una San Miguel de litro sale a 10 AU$, un cocktail de trago 18.50 AU$, un donut de azúcar 3.50 AU$, para los fumadores, 23 AU$ 20 gramos del peor tabaco. Tentación de terrazas, conciertos, el Open de Australia que empezó hoy. Cabeza fría, media hora de goce aquí supone dos días en Asia. Así que cocinábamos cada día hasta que nos dijeron que cualquier ítem del Juice bar anexo al restaurante en el que trabajamos sale a 2 AU$ para los trabajadores, para nosotros. Sandwich, bocadillos y wraps, fríos o calientes y un zumo/batido de lo que sea por 4 AU$, en vez de por 16. Desayunamos incluido en el precio del hostel, una comida nos la pagan en el restaurante, con su media horita. El tranvía ya no lo pagamos, a riesgo de recibir multa de 200AU$. Después de dos costosas fiestas ahora salimos a pintas de agua, hielo y rodaja de limón, el gintonic de los pobres. Pero hay que salir. La cara buena de esta experiencia en St. Kilda es haber llegado sin conocer nada ni a nadie, a otro país y continente, con otra lengua madre, haber encontrado trabajo y gente interesante. Buenos consejos para el SEA. Extender nuestra zona de confort a otro lugar, al hecho de viajar. Generalmente reducida a nuestro barrio, ciudad y lugar de veraneo, lugares en los que estar no implica esfuerzo ya que tu nombre viene acompañado de la visión que la gente tiene de ti. Dejas de ser tú para ser la visión que tienen de ti. Aquí eres realmente lo que has aprendido en tus años de vida. No eres Lucas o Inu. Más correctamente, eres Lucas o Inu en estado puro, en este preciso momento, sin la cómoda estela que nos acompaña y mediatiza. Otro idioma, otro ritmo de vida, otro reto. Lo que decimos es lo que nos gustaría ser pero lo que hacemos es lo que somos. Al final, la pureza está en la mezcla, y cuantos más ingredientes/conocimientos tengas para mezclar, más puro saldrá el producto resultante. 

St. Kilda Harbour



2 comentarios:

  1. Os veo mucho mas animados chicos!!animo q no qeda nada xa el paraiso!un besazo!

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  2. Más que "la cara buena de esta experiencia en St. Kilda"...

    Pienso que acabáis de dar en el clavo y habéis dado total sentido a vuestra aventura! Encontrarse a uno mismo "en estado puro" hallar vuestro verdadero yo, partiendo casi de cero sin la "ayuda" del entorno que os encontrasteis al nacer, vuestra sociedad, la familia, los amigos, que en su conjunto han influido e influirán en todo lo que sois o proyectáis.
    Y desarrollando esta aventura, esta experiencia de vida, sin ayudas, fuera de vuestro entorno semirecibido/semibuscado, una "situación privilegiada" que os acercará mucho más a vuestro "yo puro". Un yo que gracias a esta serie de vivencias evolucionará más rápidamente y más puramente, al en un tan poco espacio de tiempo conocer otras formas de pensar, otras religiones, otras costumbres abriéndoos mucho más la mente y acercándoos a lo que uno realmente quiere o necesita en la vida.

    Animo figuras ¡Qué coño! nada de ánimo, ¡Envidia pura! no tengáis prisa ni meta, disfrutar de cada momento, cada experiencia, cada revés. Estáis en un escenario incomparable, tanto estético como personal que probablemente nunca, por lo esclava que es nuestra sociedad de bienestar podáis vivir tan plenamente.

    Total sentido a vuestra aventura:

    "Dejas de ser tú para ser la visión que tienen de ti. Aquí eres realmente lo que has aprendido en tus años de vida. No eres Lucas o Inu. Más correctamente, eres Lucas o Inu en estado puro, en este preciso momento, sin la cómoda estela que nos acompaña y mediatiza. Otro idioma, otro ritmo de vida, otro reto. Lo que decimos es lo que nos gustaría ser pero lo que hacemos es lo que somos. Al final, la pureza está en la mezcla, y cuantos más ingredientes/conocimientos tengas para mezclar, más puro saldrá el producto resultante"

    De lo mejor que os he leído ( noruegas aparte... jejeje) ahh y el video del principio es super simpático y el de la rata buenísimo jejeje.

    Un abrazo y como os he dicho antes nada de ánimos ¡Mucha envidia! desde Cuevas del Almanzora(Almería) de un anónimo total para vosotros, que sin vuestro permiso se coló este noviembre en vuestra mochila al ver un enlace de Marosa en su muro del Facebook y si me permitís la osadía he viajado y seguiré viajando con vosotros...



    “Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quieta en la vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día” - Eduardo Galeano -


    P.D No dejéis de escribir regularmente porque aparte de los que por amistad o familia os han hecho llegar su apoyo, seguro que como yo, hay un montón de polizones o "Bastians" anónimos agazapados en sus habitaciones siguiendo a sus propio "Atreyus" en su/vuestra historia interminable...


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