QUE GANE EL MEJOR
De nuevo Alemania VS España. Duelo recurrente por el cetro futbolístico mundial
en la historia reciente, mientras combinados nacionales y equipos ganadores
(Brasil, Italia, Argentina, Francia // AC Milán, Manchester United, Juventus de
Turín, entre otros) se reconstruyen desde sus cimientos. En esta ocasión el envite
se produce a nivel de clubes.
A ver si se invierte la dinámica,
pensarán los germanos, ya que a nivel de selecciones nacionales España ha
pasado por encima de ellos durante los últimos cinco años (Final de la Euro
2008, semifinales del Mundial 2010. En la reciente Euro 2012 Italia nos hizo el
trabajo en semis).
Se trata de las semifinales de Champions más igualadas de las últimas ediciones por entidad y momento de forma de los cuatro aspirantes, aunque con matices.
BORUSSIA DORTMUND – REAL
MADRID CF
El Dortmund es un equipo en el amplio sentido de la palabra. Solidario,
agresivo, efervescente y directo, la colectividad por encima del talento
individual de sus jugadores, que también lo tienen y lo ponen al servicio de la
causa común. No contar en su elenco con ninguna estrella mediática consagrada
al máximo nivel parece restar posibilidades a este equipo en su enfrentamiento
contra el conjunto de Mourinho, sin embargo posee indiscutibles talentos emergentes
con hambre de títulos; puede vencer a cualquier rival, como ya demostró esta
misma temporada derrotando al propio Real Madrid en la fase de grupos.
Me recuerda al Ajax de mediados de los 90, aquel equipo que sin el cartel
de favorito (AC Milán y Bayer de Munich lo eran) se alzó con el triunfo final
gracias al fútbol académico de sus jóvenes valores (los Blind, Frank de Boer,
Seedorf, Davids, Finidi, Kluivert serían los Hummels, Subotic, Gundogan, Reus,
Goze y Lewandoski).
Jurgen Klopp, su excéntrico entrenador, ha dotado al equipo del carácter
ganador de antaño y de un sistema táctico disciplinado, ecosistema perfecto
para que la imaginación de sus pequeños magos del balón (Reus, Gotze) sea
eficiente cara al resultado final. Ser alemán lleva intrínseco en el ADN
orgullo, respeto y lucha hasta el final, quizá más allá. Se vio en la
eliminatoria contra el Málaga en la que dieron la vuelta al marcador en los dos
minutos finales del segundo partido, consiguiendo la clasificación. Ese hecho
ha descargado de presión al conjunto renano que, teniendo la Champions como
objetivo, sabe que ya ha cumplido con su cometido en la presente edición.
Conociendo la ambición de sus jóvenes figuras, la locura desatada en Dortmund
de cara al duelo y el carácter irreducible de su técnico, es evidente que más
que vender cara su piel, tendrán que arrebatársela.
El Real Madrid está donde quería a principio de temporada. Saciado su
hambre de liga con la conquista de la última, su objetivo central y único de
este año pasa por levantar al cielo de Wembley la ansiada décima Copa de
Europa. Se apreció en la falta de tensión con la que disputaron sus primeros partidos
de liga (la plantilla se relajó al vencer de nuevo al FCB en la Supercopa de
España) y se percibe en la agitación de la plantilla ahora que la meta está
cercana. Junto con el Bayern de Munich, el conjunto blanco es el que llega en mejor
forma física a la recta final de la temporada, en la se deciden los títulos.
En su tercer año en la casa blanca, Mourinho ha creado una maquinaria
futbolística sólida y confiable que no precisa controlar la posesión del balón
para destrozar la portería del rival. Domina los tiempos y conoce el camino al
gol. Imprimiendo calidad a todas sus acciones, combina con rapidez y precisión
en ataque, defiende con intensidad y agresividad. Complicado encontrar puntos
débiles en este Real Madrid.
La portería no ha visto resentida su calidad pese al cambio de cromos entre
Iker Casillas y Diego López. La fiabilidad y clase del imberbe Varane ha
mantenido en la defensa capitalina la consistencia que daba Pepe, añadiendo
tranquilidad y salida limpia del balón, algo de lo que adolece el portugués.
Sin lesionados importantes para este duelo, con Xabi Alonso a nivel
diferenciador, la imprevisibilidad de Marcelo, Di María y Ozil, la raza de
Sergio Ramos, el pletórico estado de forma de Cristiano Ronaldo, que está
firmando una temporada estelar y jugando el partido de vuelta, el definitivo,
en el Santiago Bernabéu, sobre el papel (así lo dicen las casas de apuestas y
la casa siempre gana) parece que el Real Madrid lo tiene todo para ser uno de
los finalistas en el partido que se disputará en Londres el próximo 25 de mayo.
La eliminatoria se adivina apasionante y el choque de declaraciones entre
Mou y Kloppo, también.
BAYERN DE MUNICH – FC
BARCELONA
La eliminación/humillación sufrida por el Bayern de Munich frente al propio
FCB en los cuartos de final de la Champions 2009 supuso un punto de inflexión
en el conjunto bávaro. Hicieron autocrítica y se reconvirtieron a base de
inteligentes fichajes (de aquel partido sólo quedan Lahm, Sweni, Ribery y Gómez
en el equipo titular). Ahora, tras tres temporadas de fundición germana ha
resultado el producto final: una apisonadora de rivales tanto en Alemania como
en Europa que domina todas las suertes del juego. La contratación del vasco
Javi Martínez ha significado el nexo que les faltaba entre defensa, medio campo
y delantera, al liberar al segundo capitán Bastian Swensteiger de la
responsabilidad de crear y destruir, ahora compartida. Campeones de la
bundesliga con gran antelación y presente en dos de las tres últimas finales de
Champions, se trata del primer rival que se cuelga el cartel de favorito al
enfrentarse al FCB en los últimos cinco años. Orgullo alemán, mimbres tienen
para creérselo. Portero de clase mundial (Neuer), digno heredero del mito
Oliver Kahn. Defensa contundente, quizá algo inexperta en su eje central, fabricada
en Munich (Lahm, Dante, Boateng, Alaba). Medio campo todoterreno, que tiene en
Javi Martínez a su ancla con Swensteiger y Muller (Kroos) pisando ambas áreas
y, arriba, magia en los pies de Robben y Ribery, totalmente desequilibrantes en
el uno contra uno, a los que se añade la dinamita finalizadora del tanque Mario
Gómez o de Mandzukic, que aporta mayor movilidad en punta.
Su fuerza radica en la unión de sus hombres, la potencia física del
conjunto y el convencimiento de que el fútbol les debe una Copa de Europa tras
perder las dos últimas finales disputadas ante rivales teóricamente inferiores
a ellos: Inter de Milán y Chelsea, ambos ganaron la Champions al conjunto
teutón tras vencer al FCB en semifinales.
Por su parte, el Barça llega al tramo final de temporada fatigado por el
esfuerzo y diezmado por las lesiones en demarcaciones clave, incidencia
ampliada por la nefasta planificación deportiva llevada a cabo desde las altas
esferas del club. Sin embargo, tras cinco temporadas de dominación futbolística
absoluta (refrendada por títulos colectivos e individuales), el conjunto
azulgrana vive para situaciones como ésta.
Con la liga prácticamente en la
vitrina tras un desempeño inmaculado en el campeonato doméstico, la
eliminatoria ante el Bayern se presenta como el último reto para una plantilla
que lo ha ganado todo. Despojado de la vitola de favorito y mermado por las bajas
en defensa, conviene recordar que los culés cuentan en sus filas con los tres
mejores peloteros del planeta en su posición: Messi, Xavi e Iniesta. La
trinidad sigue sedienta de gloria y les secunda un conjunto estable que cuando
concentra toda su atención sobre un objetivo tiende a conseguirlo, como se
demostró en la remontada frente a un disminuido AC Milán en cuartos de final de
la presente edición del campeonato.
Por características y similitudes, el estilo del Bayern de Munich favorece
la puesta en escena del FCB, ya que juegan a lo mismo. Lanzar ataques desde la
posesión de la pelota. Las dudas vertidas sobre los azulgranas traen causa en
los enfrentamientos contra el PSG, que estuvo cerca de conseguir la
clasificación a costa de los catalanes. Sin embargo, en este caso el escenario es diferente. El francés es un
equipo anárquico, desconocido para el gran público y sólido en defensa. La
presión era toda para el Barça, al que se le daba como vencedor nada más
conocer el emparejamiento entre ambos.
Gracias a la distancia obtenida en liga respecto del segundo clasificado,
los de Tito pueden concentrarse exclusivamente en el doble partido ante los
bávaros. Valdés está al nivel de ser decisivo, Alves y Alba se han adueñado de
su carril tanto en fase ofensiva como defensiva, Piqué necesita exigencia para
rendir. Busquets marcará la altura de la presión, Xavi siempre responde e
Iniesta está inmerso en la temporada más elevada de su carrera, con todo lo que
ello implica. Pedro el invisible tiene peligro cuando no toca el balón y al
discutido Cesc nunca le pudo la presión. El canto del cisne (última obra
maestra) de Puyol o Villa bien podría
ser en esta ronda. Si Messi alcanza su plenitud física para la eliminatoria, el
Barça multiplicará sus opciones de ser uno de los que luche en Wembley por
alzar la orejona al cielo de Londres.
Choque de trenes, duelo de colosos, pelea de titanes, de cada dos sólo
puede quedar uno. Ojalá el destino sea caprichoso y permita a los dos equipos
españoles librar la batalla por la hegemonía futbolística mundial en el ámbito
del más prestigioso torneo a nivel de clubes. La cita, el 25 de mayo de 2013 en
el estadio de Wembley, Londres.
Antes de eso, las semifinales.
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