SEAWS XXV
South East Asia Wils Spirit
"La madurez de la persona es volver a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño." Friedrich Nietze
Gunung Payung desde el parking |
Gallos de pelea |
Dormir con el balanceo de las olas, despertar y
surfearlas. Todas las mañanas dejo a Inu en la cama de al lado, eso cuando no
comparte noche con Djulia, la francesa vecina, simpática y atractiva, a la que
adiviné su cumpleaños y nombre + apellido de su mejor amigo (22 de junio,
Benjamin Marten) para correr olas junto con quien se una. El sábado pasado
líneas perfectas en Gunung Payung (GP), a 20 minutos de conducción balinesa,
sin viento, sesión de tres horas con Andy, el malagueño que llevaba toda la
vida de bodyboarder y se pasó al surf hace tres meses. Se le da deluxe. Una,
otra, girando, recordando, cayendo, en una de ellas pasé la primera sección,
intenté entubarme en la segunda, más hueca, pero qué va, el labio de la ola me
escupió lejos y cayó sobre mí batiéndome bajo el mar, girando descontrolado como
un Gijoe en la lavadora, ojos cerrados para evitar perder otra lentilla (van
2), sólo pensando en no tocar coral, que no toque coral. Superficie. Sonrisa y
al pico. ¿Esto es lo peor que puede pasar? Pues venga a por más. Comer, siesta
en la hamaca de la terraza cabañera y de vuelta a GP, esta vez con Inu, Djulia
y Lex, el holandés vegano, monitor de surf en Amsterdam, 29 años, cultivado e
interesante. Hice de guía aparentemente seguro, por dentro con toda la duda de
si íbamos bien; estaba grande y movido, sólo un surfista en el agua. Tardé 20
minutos en entrar, zampando espuma y una vez dentro, hora y media bajando
derechas. Vuelta a casa de noche cerrada, un balinés tirado en medio de una larga
cuesta abajo con el tobillo hinchado, su moto en la cuneta. *¿Are you Ok? –Yes,
dijo otro balinés que salió de la oscuridad. *Suerte. Seguimos. Ducha muy pura,
con cangrejos y lagartijas por ahí, de decorad. ¿Y J? En Sumbawa, Lakey Peak (ola
calidad) con Damien, nos perdimos el viaje por no tener teléfono ni internet durante
dos días.
Made, la encargada del warung-restaurante
situando en medio de los tres hoteles-cabaña del acantilado de Padang Padang,
es una maestra cocinera. Desayunar ensalada de frutas con leche condensada y
miel, comer nasi/mie goreng (arroz/fideos con vegetales, pollo y huevo frito,
salsa picante y satay) cenar banana pancake con sirope de chocolate. Siempre
hay algún viajero por allí: Allit, el holandés que vivió en Costa Rica con su
marcada mentalidad graciosa y sexual. Luca, el francés de Quiberon, bajito y
fuerte, habla poco inglés, un cachondo, escucha que alguien comenta surf y
dice: let´s go. Surfea duro le petit. Brandon y Josh, dos australianos que se
complementan a la perfección, parecen hermanos. El Jersey Team: Naomi, Sowe y
Ally. Guerrera, princesa y Princesa-guerrera: tres guapetonas inglesas que no
surfean pero a las que les va la fiesta. Las tres con novio. ¡Claro que la rusa
también tenía novio! La llamo, qué haces Olga. –Lucas, creí que te habías
olvidado de mí, tengo que decirte una cosa. (Acojone automático, ¿ya la he
liado?). Tengo novio desde hace tiempo… Hahaha, pues nada mujer si quieres le
felicito el San Valentín.
Una cosita la hija de Made, 8 años, cuando
escribo allí en el warung, se sienta a mi lado y lee en voz alta. A ver si le
hago unos folios con frases y palabras en tres columnas: balinés, inglés y
español.
Luki, Marcos, Andy, Diego, Inu |
Camino del warung de Made iba, tras veinte
minutos de siesta, cuando me crucé con Inu, nervioso estaba el hombre: *Lucas
dame tu número de cuenta, lo siento tío. – ¿Qué ha pasado Ina? *Joder, me he
dejado tu ebook en la moto, he ido a buscarlo y no está. Han sido los de la
obra, fijo, dame tu número de cuenta. -No pasa nada pero menuda parra llevas
colega. Seguí hacia el warung, Inu detrás. *O me das tu número de cuenta o se
lo pido a tu hermana, ¿cuánto costó? 189€ ¿no? Era de tu padre, dímelo que si
no, no me quedo tranquilo macho, te doy el dinero ahora. -Inu, ya está, a mí no
me debes nada, quédate tranquilo, te ha pasado a ti como me podía haber pasado
a mí, mírate el empane que llevas en la cabeza, que vas coleccionando
despistes, pero vamos por mí ni te preocupes. *Dame tu número de cuenta, te lo
pago ahora mismo. –Colega abre la mente cohone, no pasa nada, dentro de cinco o
seis años, cuando tengas dinero, si quieres, le invitas a cenar a mi padre o le
mandas otro ebook por reyes pero ahora no te preocupes. Los de la obra no
tienen un céntimo, venimos aquí con todo, normal que abran la moto y pillen lo
que haya dentro. Da igual. Tenemos los libros en el Pc, a mí me jode sólo por
la luz de noche, que me molaba. Je. Mira, lo mismo que cuando me secuestraron, pegaron
y robaron en Guayaquil (Ecuador): si el dinero que consiguen con la venta del
ebook lo utilizan para hacer la vida mejor a su familia, ya está bien, mejor
uso que el que le podamos dar nosotros, sin embargo, si lo quieren para drogas
u otras mierdas, ojalá mueran con dolor. Al final, sufrir un robo tiene dos
posibles causas: o bien lo atraes tú mismo con el miedo a perder tus objetos
queridos, que no es el caso, o bien se trata de una regularización kármica, un
balance entre bueno y malo. Teniendo en cuenta como está saliendo el trip, se
trata de eso último, así que hasta deberías estar contento, ojalá lo peor que
nos pase sean robitos como este. “Bueno,
te dejo escribir” dijo un Inu visiblemente más calmado.´
Abren todas las motos a diario, y se llevan lo
que haya. Hemos pensado en meter una serpiente, araña, cagar en una bolsa o un
billete escrito en indoneso “tú y tu familia vais a morir”. Sólo de palabra, lo
mejor es no dejar nada en el cajetín y pasar del resto.
De pie, de izq a dcha: Inu, Gary, Jose, Villa, Ray |
Laticauda Colubrina |
Inu, Marcos, Diego, Gary, Pablo, Lucas, Villa, Jose, Allit, Marcelo, Roland |
Lunes de resaqueo, siestas a destiempo, comida
made in Made y estiramientos en la playa con Francesca, argentina afincada en
Barcelona y novia de Pablo. Flexibilidad máxima la mujer, me quedé
relajadísimo. En principio el martes a primera hora íbamos a ir a inmigración (Kuta)
para quitárnoslo de encima, pero J quería surfear Uluwatu de morning “va a estar bueno de 8.30 a 10.30, quedamos
a las 8.00 am en el parking de Ulu”. *Ok J, tengo mi tabla en Kuta,
reparándose de la caída del primer día en Ulu, mañana la recojo. –Te llevo una
mía.
Desayuné con Inu en el Homestay 69, baratísimo supermercado que nos enseñó la comuna
española, rápida conexión a internet y terraza ambientada. Deluxe. 4ft de
perfecta izquierda en Temples Ulu, no demasiada gente. Marcos y Diego están en
Lombok, vuelven el domingo. A las 11.45 Inu pagaba los 25$ del nuevo visado,
hasta el 23 de marzo. Recoge el pasaporte estampado el 14 de febrero, de 2 a 3
pm. Yo pensaba que había perdido el recibo y hasta que lo encontré en la
mochila, Eko, nuestro agente de inmigración, trataba de solucionar el tema conectando
con la sede central, en Java. Solucionado. Vámonos de outlets. Pequeñas
compras, jubilé la reventada mochila de cuero. Gracias por todo. Llevé la tabla
de Andy a Naruky, donde estaba la mía. *Para mañana está lista. –¿Puedes
tenerla para hoy? Aunque sea a última hora… *A las 20 si quieres. –Gracias
dude.
1 de los 3 combos, Sky Garden |
Rumbo a recoger mi tabla y la de Andy, vi al
chaval con el que jugué dos partidos de fútbol cuando estuve por aquí. ¡Qué
pasa Milo! *¡Lucas! ¡Que pasa man! Nos pusimos un poco al día. *¿Qué tal está
Tony? -Te acuerdas ¿eh? Difícilmente le puede ir mejor. Mañana tenemos partido
por la noche. Inu va a flipar con las pistas de césped sintético, marcadores electrónicos
y graffitis de Beckham, Ronaldo, Ronaldinho y Zidane. En Naruki nos dejaron las
tablas perfectamente reparada, callejeando por Kuta, motada nocturna a casa (30
min). Andy, Jose, Angelo y una pareja se van el martes 19 de febrero a pasar
dos semanas entre Lombok y Sumbawa, quieren que nos unamos a su trip y quizá
coincidimos en Sumbawa. Veremos.
Bali es intuitivo. Piensas que va a salir
alguien del callejón y sale. El camión va a hacer ese adelantamiento imposible
y lo hace, pasa lo que piensas que puede pasar. Lo mejor es no dejar espacio a
la duda, estar seguro de lo que quieres, de tu camino, así el cosmos lo
interpreta en tu favor.
Ayer surfeada mañanera en Gunung Payung con Rolando, el holandés rasta que vive dos habitaciones a la izquierda de la nuestra. La mejor sesión desde que estoy aquí. Fluyendo, conectado, más instintivo que aprendido, mente vacía o llena, daba igual. Remar al pico, elegir tu ola y que ella te elija a ti, dos brazadas, pecho y ya estás cabalgando por el pulso de la ola. Venía alguna serie grande, limpia, abriendo, sin viento, agua caliente, fondo de coral, piscina natural con olas perfectamente delineadas. Sick. No me he ido y ya tengo ganas de volver.
Derecha en Gunung Payung |
![]() |
Pablito el fotógrafo |
Lucas & Lucas |
Recuperando fuerzas con un pocari sweat estaba, cuando Inu ha aparecido por la escalera de acceso a la playa, camuflado con
hojas, magullado, cara desencajada: Lucas, no me vuelvas a hacer esto nunca,
estoy vivo de milagro, ha sido el peor día de mi vida, he vuelto a nacer.
*¿Qué ha pasado?
Me lo han contado en Nusa, warung local de rica y barata comida:
-Colega hemos entrado en el mar e incluso hemos cogido alguna ola, yo la primera de mi vida, 10 segundos de pie y le he dicho a Villa, cuando quieras salimos que ya me voy contento. Remando hacia la playa me costaba muchísimo, no me movía de donde estaba, he visto un punto en una roca y ahí seguíamos, sin avanzar nada. Los nervios han empezado a apoderarse de mis movimientos tío, no podía salir. Le he dicho a Jose de ir a favor de corriente en vez de remar en contra gastando energía inútilmente. *Sí, pero yo había oído que hay que remar en diagonal a la corriente. -Pues eso, hemos hecho lo que Villa decía y media hora nadando prácticamente sin movernos del mismo sitio y cada vez con menos fuerza. *Ha habido un momento que he tirado la tabla a ver si así avanzaba más pero qué va, peor. A los 40 minutos Inu estaba muy nervioso, yo más tranquilo porque me veía con fuerzas, aunque sí que es cierto que no avanzábamos nada y no sabíamos qué hacer.-Total que he visto un saliente en el acantilado y a quince metros de él una roca grande solitaria que eran nuestra única oportunidad de salir de allí y en esa dirección hemos remado, ya cansados. El mar movido como estaba y las olas golpeando contra el arrecife con violencia; Jose ha conseguido llegar al saliente y, con la tabla, ha subido cortándose manos y pies hasta ponerse a salvo del mar. Yo me he ido a la solitaria roca y al aproximarme, una ola me ha aplastado, yo aferrado con toda mi alma, me he dicho: no me suelto ni de coña, y ahí me he rajado un poco las manos y los pies, pero he aguantado esa y otra ola. Le he preguntado a Villa si la marea estaba subiendo para quedarme o no en la roca. Joder qué situación. Me he armado de valor y he saltado como un pro con la tabla en el pecho avanzando 3 metros, y nada más tocar agua he remado con un miedo-adrenalina brutal hasta llegar al saliente, atravesando las olas. Colega me he agarrado con 4 dedos, dos de cada mano, y he tirado de todo mi cuerpo para arriba, si no hubiera estado en ese momento no lo hubiera conseguido pero he subido hasta con la tabla. Dios, por fin fuera del agua. Ahí me he calmado instantáneamente y han empezado los nervios en Jose, normal porque delante nuestro teníamos selva balinesa. Trepando, escalando, descalzos, bañador y tabla, magullados los pies, muslos, brazos y manos. La roca desnuda ha dejado paso a la densa vegetación, ¡selva virgen colega! Maleza hasta el pecho, iba abriendo un poco de camino con la tabla, subiendo hacia la cima… Pisando de todo; troncos, hojas, sin ver dónde poníamos los pies, escuchando el sonido sordo de la vida alrededor, sintiéndome amenazado a la par que salvado. Me daba igual que me picase o mordiese cualquier bicho balinés. El camino lo íbamos creando a nuestro paso. Espectacular. Al rato, concentrados en salir de allí, me he emocionado al ver el primer resto de civilización, !una lata de coca-cola! ¡Vamos! Hemos seguido recto, rodeados de verde y al poco hemos salido a la carretera. Dos putas horas peleando con la vida. Al final hemos triunfado y aquí te lo podemos contar.
¿El tema de remar a contracorriente no sabíais que no
funciona? Colegas eso se conoce ¿no? Impresionante lo que habéis hecho locos.
Si os hubierais dejado llevar por la corriente hasta el final, remando un poco
hubierais salido en la playa de al lado. Vaya par de pelotas que tenéis, llega
a estar más grande y el mar os hubiese aplastado contra las rocas ¿no querías
adrenalina? Ni saltar en paracaídas, ni rafting ni actividades programadas. Lo
de hoy es adrenalina pura, innata, existencial. Mirar a la muerte a los ojos desconociendo
el final que está por venir, saliendo airoso. Me encanta.
Después de una semana y tres visitas a inmigración, ya tenemos visa hasta el 23 de marzo. Nice porque salimos del país el 10 de ese mes. Dejé la moto, cuatro pasos y volví a recoger el pasaporte, que estaba en el cajetín, ¿te imaginas que me lo quitan? Miré la moto, bueno no creo que se lleven el casco, respetarán el tema accidentes... Flipé cuando a la hora volví y no estaba el casco. Lleno de ira observé fijamente a los obreros, que me miraban. Dibujé una cruz en el aire y me fui a escribir al Cacho´s. Volví de noche, aparqué antes del camino de piedras, como siempre, y me encontré mi casco en el muro. ¿Arrepentidos?
Lo que pasó ayer después de cenar en el Mango Tree fue totalmente inesperado...
Después de una semana y tres visitas a inmigración, ya tenemos visa hasta el 23 de marzo. Nice porque salimos del país el 10 de ese mes. Dejé la moto, cuatro pasos y volví a recoger el pasaporte, que estaba en el cajetín, ¿te imaginas que me lo quitan? Miré la moto, bueno no creo que se lleven el casco, respetarán el tema accidentes... Flipé cuando a la hora volví y no estaba el casco. Lleno de ira observé fijamente a los obreros, que me miraban. Dibujé una cruz en el aire y me fui a escribir al Cacho´s. Volví de noche, aparqué antes del camino de piedras, como siempre, y me encontré mi casco en el muro. ¿Arrepentidos?
Lo que pasó ayer después de cenar en el Mango Tree fue totalmente inesperado...
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