SEAWS V
“Puedes
sembrar lo que quieras, pero sólo recogerás lo que hayas sembrado”.
Venga que
entre semillada y empaquetada tenemos un par de horas off a ver si baja el sol, ya que con los 43 grados de ahora se esconden hasta los lagartos. Los dos
últimos días hemos echado 10 horas cada uno de ellos y hoy de momento llevamos
seis, con la inercia. En breve nos mudamos de casa, destino una integrada en el campo de
trabajo, ya que al patrón no le apetece llevarnos cada día. ¿Gratis? Entonces lo
que queráis. Esta mañana se han incorporado dos iraquíes, majetes y jetas, tres
horas después su coche desaparecía entre la espesa nube de polvo arenoso de
vuelta a casa… eliminados. Dentro del sufrimiento la experiencia es grande,
estamos conviviendo con una comunidad india de religión Singh. En un momento he
visto a Inu doblando espinazo al mismo tiempo que el que escribe, plantando
semillas, notando como dos ojos indios dominaban la escena. ¿El mundo al revés?
O al derecho. Que pa eso somos abogados.
El trino de los pájaros se apagó súbitamente cuando una voz femenina se expandió en nuestra zona. Hi! ¿Someone there? Nos miramos. Estaba claro que no era nativa anglosajona. Salí de la casa y me encontré con tres mujeres, me impactó una nada más establecer contacto visual con ella, ese cuello delicado, aunque las otras dos físicamente también eran atractivas. ¿Y este regalo? Eran mochileras, noruegas, venían haciendo la costa este de Australia desde Brisbane y querían hacer algo de dinero en una farm, sin agobios… Entré a ver a Inu. Oye, no te lo vas a creer pero hay tres rubias en la puerta, 2 super guapas y una que si hubiera venido sola nos pelearíamos… *Qué dices! Si colega, Bera es para mi, si ella quiere… *Quién es Bera? Cuando te presentes lo sabrás. No hubiera hecho falta decirlo porque a Ragna (el otro cañón) le encantó Inu de primeras, lo noté en cómo se le aceleró la respiración después de los dos besos que le plantó el colega cuando ella extendió la mano a modo de saludo. Dejaron las mochilas en el salón y nos fuimos los cinco a casa de Denny, a 50 metros de la nuestra. Boss, they want to work with us. Le cogí el brazo a Bera, check boss, she is strong and though. *ok, ok, tomorrow at 6.00 am. Estaban emocionadas!
Chicas me gusta vuestra energía pero en 2 horitas de partida mañana a ver que tal. Dude, we come from the viking´s land, dijo Shelby. Bueno habrá que celebrar que tenéis trabajo o qué, dijo Inu. Llamé a Suomi, el vecino que me habla en indio acompañado de gestos, y así le entiendo. Y yo haciéndole gestos de han venido tres ladies, el otro día hicimos compra juntos y te vi que pillaste 24 cervezas, tu mujer no bebe, así que si puedes déjanos 10 y o te las pago ahora o te las compro mañana… No se hasta donde me entendió, pero me soltó 12 botijos de VB tras decirme que su religión no le permite beber ni comer carne, pero que él lo hace. ¡Gracias grande!
Volví y ahí
estaba Inu en el “salón” con dos de ellas, la que me despertó internamente estaba en la
ducha. Equipo, vamos a ver la puesta de sol desde un punto bonito… Llegamos a
una estructura metálica elevada a 5 metros sobre el suelo. Su función era
sujetar los gigantes bidones de agua que surten a las casas o el regadío, pero
esta estaba sin bidón. Subimos los 5, vista espectacular del sol escondiéndose
dirigiéndose a Europa, salpicando el despejado cielo de gamas de colores que
iban desde el violeta más calido al naranja más tenue, pasando por toda la
tonalidad del rojo, pasión. Después de gozar y conversar sobre temas al azar,
nos presentamos. Noté conexión con Bera. ¿Sientes lo mismo que yo? Poco a poco,
oscuridad. Chicas, ¿sabíais que las constelaciones visibles desde aquí son
diferentes a las que vemos desde Europa? Ahí estaba Inu iluminando con su
encanto. Al rato, casi a oscuras, Rajna y Shelby querían volver. Bera se quería
quedar si entendí bien las señales, y lo hice porque nos quedamos solos allí.
Inu, nos vemos en casa. Con suerte te llevas un trío! Nos reímos.
¿What is trío? Bera me inquiría sus ojos azules clavados en mi boca. ¿What? Frío, le he dicho que avise que por la noche hace frío, ¿tenéis saco de dormir?… Una semana sin ver a una mujer ni de pasada hace que tu mente vaya más tosca en la conquista, me controlé. Venga, venga, temas sin importancia… Lo que empezó con un cuál ha sido de momento la mejor experiencia del viaje por la east coast terminó con nuestras caras a un impulso de distancia, quizá haber llegado aquí, dijo. Apreté los músculos faciales, me la hubiera comido entera pero le di un suave beso en la mejilla y le susurré en el oído, sujetando su cara con mi mano izquierda, “como seas igual por dentro que por fuera quiero conocerte”. Se apartó rápido y me besó, vamos a la casa, dijo. Dos caminos pasaron por mi mente: ¿no le ha gustado y se va a sobar o le ha gustado tanto que se ha dado cuenta de que prefiere colchón a insectos? Y la respuesta correcta es...
Todas las puertas de casa estaban cerradas. En el salón Shelby se leía “The old man and the sea”, de Ernst Hemingway, tumbada en un colchón. Y tu amiga? Pregunté, *adivina… Adivino. *Can I sleep with u? Claro Bera. Me puse una sesión perfecta para el momento y a partir de ahí la educación humana transmutó al instinto animal más puro que he tenido en tiempo… Inu tampoco dormía, a tenor de la vibración de la pared que separa nuestras habitas. Impresionante, hace 6 horas plantaba semillas de calabacín y ahora estoy dentro de esta belleza nórdica, movimiento acompasado, sus uñas en mi espalda, ¿has estado alguna vez en noruega? Asentí con la cabeza, ahora, y hace más calor del que pensaba…
¿What is trío? Bera me inquiría sus ojos azules clavados en mi boca. ¿What? Frío, le he dicho que avise que por la noche hace frío, ¿tenéis saco de dormir?… Una semana sin ver a una mujer ni de pasada hace que tu mente vaya más tosca en la conquista, me controlé. Venga, venga, temas sin importancia… Lo que empezó con un cuál ha sido de momento la mejor experiencia del viaje por la east coast terminó con nuestras caras a un impulso de distancia, quizá haber llegado aquí, dijo. Apreté los músculos faciales, me la hubiera comido entera pero le di un suave beso en la mejilla y le susurré en el oído, sujetando su cara con mi mano izquierda, “como seas igual por dentro que por fuera quiero conocerte”. Se apartó rápido y me besó, vamos a la casa, dijo. Dos caminos pasaron por mi mente: ¿no le ha gustado y se va a sobar o le ha gustado tanto que se ha dado cuenta de que prefiere colchón a insectos? Y la respuesta correcta es...
Todas las puertas de casa estaban cerradas. En el salón Shelby se leía “The old man and the sea”, de Ernst Hemingway, tumbada en un colchón. Y tu amiga? Pregunté, *adivina… Adivino. *Can I sleep with u? Claro Bera. Me puse una sesión perfecta para el momento y a partir de ahí la educación humana transmutó al instinto animal más puro que he tenido en tiempo… Inu tampoco dormía, a tenor de la vibración de la pared que separa nuestras habitas. Impresionante, hace 6 horas plantaba semillas de calabacín y ahora estoy dentro de esta belleza nórdica, movimiento acompasado, sus uñas en mi espalda, ¿has estado alguna vez en noruega? Asentí con la cabeza, ahora, y hace más calor del que pensaba…
Esta mañana me he despertado a las 5.30 am. Bera ya no estaba, ni Shelby, ni
Rajna. La novela de Hemingway seguía en el salón, abierta y subrayada en la
página 148.
Volvemos al
curro, ahora nos toca packing, por lo menos es bajo techo.
!A fondo minuto a minuto!
!A fondo minuto a minuto!
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