SEAWS XVI
South East Asisa Wild Spirit
Nos hemos creado una realidad paralela. Esa en
la que cada día es lunes y echar “sólo” 9 horas al día te hace sentir un vago.
La importancia familiar de estas fechas navideñas nos ha tocado directamente
influyendo más de lo esperado. Inu se derrumbó en nochevieja, no veía salida a
la farm experience y desde ahí cada minuto está siendo sacrificio. El día 1,
enrrutinados cómo íbamos, a las 6.15 desayunábamos en la cocina, sin risas
mañaneras, sepultadas bajo el silencio desmotivado. Las felices fotos de
Facebook de amigos y familia magnificaron nuestra mierda, por comparación. El claxon
de Denny marcaba el inicio en el primero de 2013. Salí al rellano, “5 minutos y
estamos Denny”, *No, hoy no hay yekinada, recoged albaricoques. Ok. Pensar que
tuve un subidón porque el indio me dijo que no había recogida del calabacín en
año nuevo… Inu apenas alteró su expresión ausente al enterarse. Vacíos y rotos,
tirados por casa hasta las 5 pm, pasando de la albaricocada, primer día de
descanso de los últimos 38. Comentándolo al aire libre en la puerta de casa,
intentado animar a Inu sin encontrar nuevos alicientes más allá de los ya
señalados, que por repetición pierden eficacia y ganan riesgo de aborrecimiento,
apareció Denny de nuevo. *Venga, ahora sí vamos a recoger calabacines. Yo no
tenía ganas e Inu se negó. Joder es puto 1 de enero. Y el pavo, después de tres
negativas, se enfadó, nos despidió, se retractó y nos dijo que se acabó para
nosotros el tema calabacín, que contrataría a otros que no necesitasen
descansar. Con la palabra en nuestra boca, aceleró su coche esfumándose sin
hacernos caso. Fuck. Nos debe más de 2.500 AU$, estamos sin contrato y el
desgraciado se ha calentado. Caminando, llegamos al río que descubrimos en la
última carrera. Allí nos sentamos a conjurarnos cara a lo que viene. Inu, noto
que estás harto y bajo de ganas, te pido que confíes en mí 3 días, si la
situación no mejora escogemos otra opción. Creo que el problema es que piensas
que ya hemos cumplido misión, que ya hemos generado dinero para el SEA, estás
saciado y ya no consideras necesario estar aquí, por lo tanto cada día se
convierte en sufrimiento en vez de en reto, y tienes razón, pero aún nos falta
pagarnos el billete y los gastos que tuvimos al inicio. Mira, reparamos la bici
que está destrozada en la puerta de casa de los vecinos y los indios nos dejan la
que tienen, con eso ya tenemos para movernos. Inu me miraba pero no me veía, me
oía sin escuchar y asentía sin confiar. Y yo notaba que se estaba ahogando.
Colega, sabes lo bonito de esto, que es muy fácil salir de aquí. No te estás
ahogando a profundidad, es un curro por horas sin obligación de permanencia,
sólo te pido aguantar un día más, en 22 estamos fuera. Si no podemos más, nos
vamos. Dinero, tren y ciao. Si nos fuéramos ahora y tú alcanzases tu 100% pero
nos faltase dinero para seguir, inconscientemente te lo tendría en cuenta, no
estaría cómodo pensando que podríamos haber aguantado más. Creo que podemos
hacerlo. *Yo también, a ver qué tal mañana.
Sin compra, sin leche, sin pan, untando
mantequilla en mortadela y con cereales a palo seco. Mala forma de encarar una
jornada, alertada por una ola de calor, recogiendo albaricoques. Una sucesión
de contratiempos siguió al precario desayuno. La dirección del tractor, fría,
me llevó a empotrarme de frente contra un peral; al llegar a nuestra zona de
“fruit picking” nos faltaban las mochilas canguro y tuvimos que ir al Shed y
volver (30 minutos) con el frescor matinal penetrando por los poros de nuestra desalentada
anatomía; llegamos con una mochila, ¿y la otra? Había caído de camino. Joooder.
El tractor se caló tres veces sin motivo aparente. Nada de eso nos detuvo. Me
cabreó bastante el hecho de tener la misma música en el ipod después de haber
sincronizado otra. Tuve un intenso y corto bajón tras tres horas de pesada
tarea. Me descubrí tirando frutas de un árbol, difuso el destino posterior,
incertidumbre creciente; di salida a un grito atravesado en mi garganta,
profundo, eterno, desatascador. Nadie a quien molestar alrededor. Sin previo
aviso, alguna lágrima emprendió el camino de ojo a barbilla. Inu secundó mis
gritos y allí estábamos los 2, relamiéndonos las heridas jurando venganza al
enemigo invisible. Nosotros elegimos nuestro destino. Llenamos 8 cubas en 10 horas y luego, al llegar a la granja
con el cargamento, tiramos una hora más colocando mangueras para el regadío,
claro que la energía que nos movió desde las 4 pm era otra. En la soledad del
crudo campo, consulté con mi doctor interior.
Diagnóstico: TMSR - Trallada mental severa
reversible.
Recomendación Terapeútica: Desenfreno en
Melbourne.
¿Adrenalina? La que podáis.
Ina, ¿y si
nos vamos mañana a Melbourne? Buscamos algo que hacer allí, si en seis días no
tenemos nada, prométeme que volvemos. La cara que puso enunció un nuevo
principio: “El orden de los factores sí altera el producto”. Volvió el Inu de
siempre, el que conocí 13 años atrás, con ganas y coraje. *Luki conseguimos
curro seguro, estuve el año pasado en Sidney y en todos los backpackers ponen
ofertas de trabajo a diario, unas amigas ganaban 20 AU$/hora pegando imanes publicitarios
por calle, está todo bien pagado, lo único es que te gastas más que aquí. Y si
no sale, que va a salir, volvemos aquí 18 días y listo. Pero necesito coger
aire.
Se lo
comentamos a la indian family: Verás Lucky, 3 amigos nuestros vienen a
visitarnos a Melbourne, llegan el viernes y nosotros mañana estaremos allí, el
lunes volvemos. *¿Por qué no os vais el viernes? Mañana tenemos mucho trabajo.
No man, mañana nos vamos. *Ok, os vais por la tarde y trabajáis por la mañana.
Lucky, si es necesario lo hacemos, pero nos queremos ir a primera hora así que
si tenéis más gente podéis llamarles a ellos.
Cuando das
por cerrada una etapa cuesta aguantarla, estirar relaciones pasadas, ya sean
personales o profesionales, sólo genera dolor y repulsión. Denny irrumpió en
nuestra casa después de cenar, relajados estábamos, Inu en el improvisado sofá (tres
colchones superpuestos y 4 cojines), con un buen reparto sonando para los
farmers.*¿Os vais mañana a Melbourne? Bueno, primero recogéis los albaricoques
maduros de las ramas altas, cuando volváis del viaje os pago, mientras tanto, tirad
del primer cheque que os di. Los tres con la tensa sonrisa que acompaña a las
negociaciones. Mejor nos pagas ahora, dije. *¿Y si no volvéis? -te jodes- Vamos a dejar aquí varias cosas
(de las que prescindimos el resto del trip), el lunes estaremos de vuelta.
*Bueno primero recogéis 4 o 5 cubas y cuando las llevéis al shed, os doy el
cheque. Bueno.
*Lucas yo
cogía la mochila y me iba a primera hora. Y yo, pero no conviene acabar mal con
esta gente; nos contrataron cuando no teníamos nada y gracias a ellos nos
llevamos más de 4.000 pavos. Es más, creo que es mejor trabajar de mañana e
irnos a Melbourne el viernes. *Me gusta, más tiempo para preparar Mel y nos
ahorramos una noche. Yiiiija.

Desayunando,
el Boss ha vuelto a irrumpir en la casa, sin llamar, sin avisar. Más seco que
últimamente, marcando distancias. *Hasta que no recojáis las 7 hileras de
árboles no os doy el cheque. Y otra cosa, por la casa os voy a cobrar 100 AU$/mes
a cada uno, no 50, a la gente le solemos cobrar 60$ a la semana. Y ahí he
explotado, un cambio de actitud instantáneo similar a los que sufría Gravesen,
flamante guardaespaldas de Zidane en el Madrid de los galácticos. Me he
levantado alzando la voz sin gritar, señalándole al pecho: Denny, el trabajo
que nos tienes que pagar ya está hecho, esa condición no tiene sentido; sobre
la casa dijiste 50$/mes y estreché tu mano, eres un hombre sin palabra, te
vamos a pagar lo que pidas (20 dólares la semana sigue siendo un regalo), pero
confiaba en tu honestidad, si me dices 100, pues 100, 200, pues 200, pero
cambiarlo unilateralmente al final no es propio de una persona confiable.
*Sigue siendo barato para vosotros, me da igual, o recogéis albaricoques o no
hay cheque.
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2º cheque... |
Inu y yo
resignados recogiendo coques, quemados, subidos a una escalera pillando sólo
los frutos más altos. Las amenazas tienen un efecto contrario en mí y con menos
de media cuba rellenada hemos vuelto a la granja. Fin. Interpretación de una
obra de teatro en la cual me caía de la escalera y pasaba de seguir recogiendo,
sólo ha faltado el cierre del telón. Y esos albaricoques que ves ahí, para ti.
No nos pagues por ello, cortesía de Inu & Lucas. Por tercera vez nos ha
echado de su farm, el hijo apaciguando los calentones del viejo. El chaval,
después de comer, nos ha acercado a Shepparton y allí hemos pasado la tarde de
cervezada y tramiteo. Nos hemos encontrado a Joe en la estación de tren y a la
negativa taxista que nos trajo hace 40 días cerca del McDonalds. Aparte de la
familia india, nuestra gente de aquí. Ya tenemos cuenta en el Commonwealth (el
mayor banco del país), gumtree.com para encontrar algún trabajo esporádico de
lo que sea en la city, booking.com para reservar el hostel, tren y 4 cojones.
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Sólo ida |
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Taxi waiting |
Verano puro
en Melbourne, hemos generado un colchoncillo económico que nos permite dejar de
ganar para intentar encontrar trabajo allí. Si no sale nada, habremos renovado
nuestra energía y volveremos al fatigoso campo australiano. De todas formas,
espero que el hasta luego a Shepparton se convierta en un adiós. Y si sale…
Empieza el movimiento.